Retiro Virtual | La Luz | día 6 | Sábado Santo.
Retiro Virtual, Tema #6: La Luz
CAMINANDO CON JESÚS HACIA LA PASCUA
TEMA 6 (SIGNO LA LUZ)
DE LA TRISTEZA Y EL TEMOR, A LA ALEGRÍA, PORQUE HA RESUCITADO!
Lectura del Evangelio de San Mateo 28, 1-10
«Pasado el sábado, al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a visitar el sepulcro. De repente se produjo un violento temblor: el Ángel del Señor bajó del cielo, se dirigió al sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas blancas como la nieve.
Al ver al Ángel, los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: «Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que buscan a Jesús, que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto, pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y ya se les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. Con esto ya se lo dije todo.»
Ellas se fueron al instante del sepulcro, con temor, pero con una alegría inmensa a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro en el camino y les dijo: «Paz a ustedes, alegrense.» Las mujeres se acercaron, se abrazaron a sus pies y lo adoraron. Jesús les dijo en seguida: «No tengan miedo. Vayan ahora y digan a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allí me verán.»
Palabra del Señor. Gloria y honor a ti Señor.
REFLEXIÓN
“Alégrense” es la palabra de Jesús y, más que un mandato es una palabra creadora. Dejemos que esta palabra, “Alégrense”, vaya como calando hondo, dejando que el Señor la pronuncie de muchas maneras, en aquellos lugares dónde necesitamos que resuene como palabra llena de esperanza, de fortaleza, como palabra que nos invita a la lucha con la confianza de saber que el triunfo está asegurado, como palabra que consuela en el dolor, como palabra que se hace mensaje para los hermanos que la necesitan.
“Alégrense”, alégrense dice Jesús. Es más que un mandato, es una palabra creadora que trae la verdadera vida nueva, la vida pacificadora y movilizante. Esta es la vida pascual. La vida de la Pascua es vida que pacifica y vida que moviliza. La Pascua trae la paz, por una sola razón, la muerte como lo más inquietante para la vida ha sido vencida.
Esto no puede callarse, esto tiene que decirse y, por eso la Pascua se hace movilidad en el anuncio. No hay lugar para la tristeza, no hay lugar para la angustia, no hay lugar para la oscuridad, ha desaparecido la sombra, tal vez si algo de sombra, oscuridad o tristeza, angustia o desesperación formaba parte de nuestra convivencia de todos los días y el lugar desde donde estábamos parados para sostenernos en lo cotidiano, ahora somos sorprendidos porque todo esto ya no está.
No busquemos entre los muertos al que está vivo, no busquemos más la tristeza como el lugar desde dónde la angustia, como el lugar desde dónde la desesperación, como el lugar desde dónde vivir. Es la alegría, es la Pascua de Jesús la que nos sorprende y la que nos invita a vivir en una clave nueva. Alegrémonos desde el Señor, dejemos que su alegría resucitada colme nuestros corazones y vaya ganando en camino discipular nuestro corazón lo vaya habituando a moverse en este sentido.
Hagamos un aprendizaje sereno, constante, discipular, vayamos desaprendiendo lo que no es alegría y dejemos que sólo la alegría sea nuestro gran mensaje en nuestro modo de estar parado en la vida y enfrentar todo lo que de angustia y tristeza se presenta en el mundo que nos la quiere robar.
“Alégrense” es el mensaje de Jesús. “no se inquieten, no tengan miedo”. Ellas iban temblorosas, dice la palabra, ante el anuncio que habían recibido, no sabían que hacer, estaban sorprendidas, de sorpresa tras sorpresa, habían sido como sacadas de aquel lugar con las que estaban habituadas a enfrentarse a la muerte misma, también a la del Maestro. Ahora la muerte ha sido vencida, y la única manera de ubicarse frente a esto es alegrándose. “Alégrense” es el mensaje de Jesús, más que un mandato es una palabra creadora.