Evangelio del día | 5 de mayo | Mes de María
EVANGELIO MARTES 5 DE MAYO
MAYO MES DE MARÍA
Martes 5 de mayo de 2020
4ta. Semana de Pascua / Ciclo A
En el evangelio del lunes 4 de mayo, nos preguntamos: ¿Qué es necesario para ser “ovejas de Jesús”? Estar abiertos a la conversión, a los cambios necesarios, a lo que implica seguirle, como ovejas al pastor que las cuida. Confesar, como Pedro. “Tú solo tienes palabras de vida eterna”. Jesús sigue en diálogo con nosotros. De vez en cuando nos puede surgir la duda, cuando la exigencia es fuerte, si merecerá la pena reconocer a Jesús, a su Palabra, como lo que ha de conducir nuestra vida. Veamos con ojos claros, no turbios a causa de nuestro egoísmo, qué obras son las que nos exige. Veremos que son las obras que nos hacen ser humanos: generosidad, sentido del servicio al otro, seguir la fuerza del amor, verse como hijo del Padre.
EVANGELIO
Yo y el Padre somos uno.
Del santo evangelio según san Juan 10, 22-30
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».
Palabra del Señor. Gloria y honor a ti Señor.
Para la reflexión personal
- Mi obediencia a Dios es ¿disciplinar o profética? ¿Revelo algo de Dios o sólo me preocupo de mi salvación?
- Jesús no se sometió a las exigencias de los que querían comprobar si él era el mesías anunciado. ¿Hay en mí algo de esta actitud dominadora e inquisidora típica de los adversarios de Jesús?
Oración final
¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
que nos muestre su rostro radiante!; Pausa.
conozca así la tierra su proceder,
y todas las naciones su salvación. (Sal 67,2-3)