Evangelio del día | 8 de Junio | 10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Evangelio lunes 8 de junio
DICHOSOS LOS POBRES DE ESPÍRITU.
Evangelio lunes 8 de junio de 2020
10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo A
Jesús nos pide la práctica de las virtudes y tiene como punto de partida la humildad propia de los pobres de espíritu y de los sencillos de corazón. El orgullo nos impide acercarnos a Dios como hijos necesitados. Nos volvemos autosuficientes, muy llenos de nosotros mismos y muy vacíos de Dios. Así no vemos nuestra pobreza, ni a nuestro hermano. Este ha sido un problema de ayer, de hoy y de todos los tiempos. Se repite una y otra vez con otra sociedad y con un mismo trasfondo. Necesitamos orar, pedir estas virtudes y practicarlas con constancia para que lleguemos a una plenitud de vida. Me planteo si de verdad me reconozco como pobre frente a Dios. Con respecto a la humanidad, hago duelo por los males que la afligen o reconozco el inmenso regalo que el Señor está deseando darnos. Si reflexionáramos más sobre esto podríamos hacer entre todos un mundo más de Dios. (O.P.)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt S, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos. R/.
EVANGELIO
Dichosos los pobres de espíritu.
Del santo Evangelio según san Mateo 5,1-12
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo: «Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- Todos queremos ser felices. ¡Todos y todas! Pero ¿somos realmente felices? Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Cómo entender que una persona puede ser pobre y feliz al mismo tiempo?
- ¿Cuáles son los momentos en tu vida en que te has sentidor realmente feliz? ¿Era una felicidad como la que fue proclamada por Jesús en las bienaventuranzas, o era de otro tipo?
Oración
¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Amén.