Evangelio del día | 11 de Junio | 10ma. Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio jueves 11 de junio
VAYAN Y PROCLAMEN EL REINO DE LOS CIELOS.

Evangelio jueves 11 de junio de 2020
10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo A

Ser apóstol es imposible sin un estilo de vida pobre. Tal estilo confiere credibilidad y eficacia el anuncio del mensaje. Lo intuyó perfectamente la Madre Teresa de Calcuta, cuando afirmaba: “Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor”. Esto lo entendió cabalmente Bernabéal vender su campo y entregar su importe para aliviar la vida de los más necesitados. Ese fue sólo el comienzo de su entrega por el Reino, poniendo de manifiesto que estaba del todo disponible, no sólo en sus cosas, sino con toda su vida para la propagación del Evangelio. Jesús habla muy poco de la pobreza, pero habla muchos de los pobres.

Su invitación “vende lo que tienes” no tiene sentido si no se une a lo que Él añadía: “y dalo a los pobres”. Vivir en pobreza es, pues, vivir para los pobres. Su tarea, más que la transmisión de una doctrina, es el anuncio de una presencia: El mundo está habitado por Dios. Y los signos que van a realizar van a testificar la presencia de ese Dios bueno que promueve la salvación y la sanación -las dos cosas- de todos. Saben que no son enviados para deslumbrar o impresionar, sino para irradiar el mayor bien que viene del Abbá.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Mt 28, 19.20
R/ Aleluya, aleluya
Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. R/

EVANGELIO

Vayan y proclamen el Reino de los Cielos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 7-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.» Palabra del Señor

 Para la reflexión personal

  • ¿Por qué todas estas actitudes recomendadas por Jesús son señal de la llegada del Reino de Dios?
  • ¿Cómo realizar hoy lo que Jesús pide: “no llevar alforja”, “no pasar de casa en casa”?

Oración

¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Amén

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