Evangelio del día | 25 de Junio | 12º Semana del Tiempo Ordinario
HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
Evangelio jueves 25 de junio
Evangelio jueves 25 de junio de 2020
Décima segunda semana
Tiempo Ordinario / Ciclo A
El discípulo de Cristo es el que escucha su Palabra y la cumple, el que pone como cimiento de su vida las enseñanzas del Evangelio. Se trata, por tanto, de construir mi persona, mi proyecto de vida, mi comunidad y la sociedad de la que formo parte sobre la Palabra de Jesús. Donde lo importante no es el decir «Señor, Señor», una oración/culto separados de la vida y del compromiso por transformar la realidad, una oración llena de palabrería. cuanto que nos preguntemos continuamente y procuremos discernir cuál es la voluntad de Dios para mí en cada momento de mi vida, de modo que vayamos haciendo nuestros los valores del Evangelio: los cimientos de la casa. Jesús ha invitado a «hacer» la voluntad del Padre y no quedarnos en palabras o bellas intenciones. En esa voluntad el eje central siempre serán sobre todos en los otros, y especialmente los que están marginados, los que sufren, etc. Ser como él, vivir como él, para lo mismo que él, y apoyarnos en él. Esto es construir sobre roca. (CMF)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.
EVANGELIO
La casa edificada sobre roca y
la casa edificada sobre arena.
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21-29
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: ‘¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?’.
Entonces yo les diré en su cara: ‘Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal’. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente».
Cuando Jesús terminó de hablar, la gente quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- ¿Oímos y conocemos la palabra de Dios? ¿Actuamos con entusiasmo de acuerdo con ella?
- ¿Es el Señor Jesús la roca en quien ponemos toda nuestra confianza?
- ¿Sobre quien construimos nuestras vidas?
- ¿Que hacemos para que nuestra fe sea rica y significativa?
- ¿Queremos que nuestra vida tenga un sentido definido y una dirección clara: la dirección dada por Dios?
Oración
Señor, Dios nuestro: Tu Hijo Jesucristo nos reta a honrarte no solo con nuestros labios sino también con nuestros corazones y con nuestras obras. Ayúdanos a responder a su palabra con todo lo que somos y, siguiendo al mismo Jesús, a buscar tu voluntad en todo lo que hacemos. Amén