Lecturas del día | 2 de Julio | 13º Semana – Tiempo Ordinario
ÁNIMO, TUS PECADOS SON PERDONADOS
Lecturas jueves 2 de julio
Lecturas jueves 2 de julio de 2020
Décima tercera semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
PRIMERA LECTURA
Ve y profetiza a mi pueblo.
Del libro del profeta Amós 7, 10-17
En aquel tiempo, Amasías, sacerdote de Betel, le envió este mensaje a Jeroboam, rey de Israel: »Amós está conspirando contra ti en Israel y el país ya no puede soportar sus palabras, pues anda diciendo que Jeroboam morirá a espada e Israel saldrá de su país al destierro». Amasías le dijo a Amós: «Vete de aquí, visionario, y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino».
Respondió Amós: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: ‘Ve y profetiza a mi pueblo, Israel’.
Y ahora escucha tú la palabra del Señor. Tú me dices: ‘No profetices contra la casa de Israel. No vaticines contra la casa de Isaac’. Pues bien, esto dice el Señor: ‘Tu mujer será deshonrada en plena calle; tus hijos e hijas morirán a espada; tu tierra se la repartirán los vencedores; tú mismo morirás en tierra pagana e Israel será desterrado lejos de su país’ «.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8. 9. 10. 11
R/. La voluntad de Dios es santa.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas, las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.
EVANGELIO
La gente glorificó a Dios,
que había dado tanto poder a los hombres.
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 1-8
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad. En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados».
Al oír esto, algunos escribas pensaron: «Este hombre está blasfemando». Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir ‘Se te perdonan tus pecados’, o decir ‘Levántate y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, -le dijo entonces al paralítico-: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios. Que había dado tanto poder a los hombres.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.