Reflexión al Evangelio | 2 de Julio | 13º Semana – Tiempo Ordinario

CRISTO CON NOSOTROS
Reflexión al Evangelio jueves 2 de julio

Reflexión al Evangelio jueves 2 de julio de 2020
Décima tercera semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A

La gente que rodea a Jesús sabe bien lo que quiere. Quieren curaciones que les faciliten la vida. Y basta. Un milagrero que cure sus cojeras, cegueras y enfermedades varias, eso les viene bien. Eso están dispuestos a aceptarlo. Pero nada más. La gente quedó sobrecogida y alababa a Dios. La realidad es que a Jesús lo terminaron matando. Como a lo largo de la historia hemos matado a tantos profetas. Cualquier cosa antes que escuchar lo que no nos gusta oír, lo que nos cambia nuestros prejuicios, lo que es de sentido común.  Muchas veces queremos que Dios sea como nosotros creemos que es, como nosotros lo imaginamos en vez de abrirnos a la imagen de Dios que se nos muestra en Jesús. Y, por eso, terminamos matando a Jesús. Y, por eso, terminamos, también hoy en día, matando a los profetas. (CMF)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.

EVANGELIO

La gente glorificó a Dios,
que había dado tanto poder a los hombres.
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 1-8

En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad. En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados».

Al oír esto, algunos escribas pensaron: «Este hombre está blasfemando». Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir ‘Se te perdonan tus pecados’, o decir ‘Levántate y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, -le dijo entonces al paralítico-: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios. Que había dado tanto poder a los hombres. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Para la reflexión personal

• ¿Ofrezco humildemente compasión y perdón a todos los que se equivocan conmigo?  
• ¿Son nuestros hogares sean lugares de mutuo entendimiento, comprensión y reconciliación?
• ¿Sabemos reconocer el verdadero Espíritu de Dios cuando quiere transmitirnos su mensaje, aun cuando nos resulte desagradable?
• ¿Escucho el mandato de Jesús a levantarnos y caminar con la certeza de que nos ama y quiere llevarnos hacia Él?

Oración

Señor Dios nuestro, con frecuencia no entendemos lo que nos pides en la vida. Danos una fe confiada -te rogamos- para que sigamos creyendo en ti incluso cuando no vemos a dónde nos llevas. Concédenos la fe de Abrahán, dispuesto a sacrificar a su hijo; Danos la fe del paralítico, que encontró renovado valor cuando recibió perdón por sus pecados. Mándanos levantarnos y caminar con la certeza de que tú nos amas y quieres llevarnos hacia ti, que eres Dios por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.