Reflexión al Evangelio | 9 de Julio | 14º Semana – Tiempo Ordinario

ENVIADOS EN POBREZA
Reflexión al Evangelio jueves 9

Reflexión al Evangelio jueves 9 de julio de 2020
Décima cuarta semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A

Jesús, ahora en otro contexto, advierte del peligro de rechazar el anuncio del Reino. Éste es, quizás, uno de los grandes problemas por los que atraviesa nuestra sociedad: el rechazo del anuncio evangélico. Ciertamente este rechazo no es expreso, sin embargo, esta pereza de ir a misa, de asistir a retiros, de no involucrarse en la parroquia, de no estar abierto a la instrucción de la Iglesia (obispos, sacerdotes, del mismo Papa), expresa con bastante claridad el rechazo que el mundo, y nuestra sociedad, hacen del anuncio del Reino. Por otro lado, si bien es cierto que no hay una negativa concreta de hospedar a un ministro de la palabra, (sea sacerdote o laico), en muchos de los cristianos se nota una falta de interés por cooperar abiertamente en la proclamación del Evangelio.

Debemos estar atentos, pues la advertencia de Jesús es clara: «Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad». Busquemos siempre la manera de aceptar la invitación de Jesús a una conversión más profunda y de cooperar para que toda nuestra comunidad, pueda conocer y vivir al mensaje del Reino. (Padre Ernesto María Caro)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1. 15
R/. Aleluya, aleluya.

El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el Evangelio. R/.

EVANGELIO

Gratuitamente han recibido este poder;
ejérzanlo, pues, gratuitamente.
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: «Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente. No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: ‘Que haya paz en esta casa’. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Para la reflexión personal
  • ¿Anuncio sin descanso la Buena Nueva de salvación?
  • ¿Dejamos a un lado la soberbia y el hambre de poder, para buscar una paz genuina y duradera?
  • ¿Es mi estilo de vida, testimonio creíble, para cuando anuncio el Evangelio?
  • ¿Los afanes de cada día o el peso de nuestras posesiones nos alejen de dar testimonio de Jesús es nuestro Dios?
Oración

Gracias, Señor, por tu abrazo de Padre, gracias por dejarme experimentar tu amor incondicional y protector. No permitas, Señor, que nada me aparte del gozo de estar en tus brazos y permanecer asido de tu diestra que sostiene, restaura y anima.

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