Reflexión al Evangelio 31 de Julio | San Ignacio de Loyola – Memoria
ESTAMOS EN COMBATE CONTRA EL ENEMIGO
Presbítero San Ignacio de Loyola
Reflexión Memoria de San Ignacio de Loyola, Presbítero
Viernes 31 de julio de 2020
Décima séptima semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
Introducción
San Ignacio de Loyola, inicialmente vivió como paje hasta que, herido gravemente, se convirtió. Completó sus estudios teológicos en París y fundó la Compañía de Jesús. Fue hasta Tierra Santa, donde predicaba en las calles enérgicamente y evangelizaba a todos lo que podía. Su vida es ejemplo de total sujeción al Papa y la Iglesia. Sus «Ejercicios Espirituales» sirven a quienes consagran su vida «a la mayor gloria de Dios» . En sus Ejercicios Espirituales (una guía confiable para discernir la voluntad de Dios), San Ignacio, dice el Santo Padre Francisco, “nos sitúa ante nuestro Señor Jesucristo, nuestro Creador y Salvador (cf. EE, 5). Y esto nos lleva … a estar ‘descentrados’, a tener delante al ‘Cristo siempre mayor’, … a salir del ‘propio amor, querer e interés’ (EE, 189).
El Papa Francisco dice, “A la centralidad de Cristo le corresponde también la centralidad de la Iglesia: son dos fuegos que no se pueden separar: yo no puedo seguir a Cristo más que en la Iglesia y con la Iglesia. … Servir a Cristo es amar a esta Iglesia concreta, y servirla con generosidad y espíritu de obediencia”. El Papa Francisco recuerda al santo y nos dice: «cuando era un joven soldado pensaba en su propia gloria; pero luego fue atraído por la gloria de Dios, que dio sentido a su vida»
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Pe 1, 25
R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios permanece para siempre. Y ésa es la palabra que se les ha anunciado. R/.
EVANGELIO
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿De dónde, pues,
ha sacado esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 54-58
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: «¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?». Y se negaban a creer en él.
Entonces, Jesús les dijo: «Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa». Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- No está descontada la pregunta para nosotros, para todos nosotros: ¿es Cristo el centro de mi vida? ¿Pongo verdaderamente a Cristo en el centro de mi vida? Porque existe siempre la tentación de pensar que estamos nosotros en el centro. (Papa Francisco)
- La participación en la comunidad, ¿te ha ayudado a acoger y a confiar más en las personas, sobre todo en los más sencillos y pobres?
Oración
Como San Ignacio de Loyola hemos aceptado tu invitación para seguir a tu Hijo Jesús como discípulos suyos y para ofrecer todo lo que hacemos “Ad Majorem Dei Gloriam”, para tu Mayor Gloria. Danos la fuerza de tu Espíritu para no buscarnos a nosotros mismos y para aceptar nuestra misión en la vida con todas sus consecuencias. Amén.