Reflexión al Evangelio 10 de agosto | San Lorenzo, diácono y mártir – Fiesta

SERVIR ES ENTREGAR LA VIDA
Diácono y Mártir San Lorenzo

Reflexión Evangelio Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir
Lunes 10 de agosto de 2020
Décima novena semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A

Introducción

Una vez más, ¿de dónde nace la fuerza para afrontar el martirio? De la profunda e íntima unión con Cristo, porque el martirio y la vocación al martirio no son el resultado de un esfuerzo humano, sino la respuesta a una iniciativa y a una llamada de Dios; son un don de su gracia, que nos hace capaces de dar la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y así al mundo.  Si leemos la vida de los mártires quedamos sorprendidos por la serenidad y la valentía a la hora de afrontar el sufrimiento y la muerte: el poder de Dios se manifiesta plenamente en la debilidad, en la pobreza de quien se encomienda a él y sólo en él pone su esperanza (cf. 2 Co 12, 9).

Pero es importante subrayar que la gracia de Dios no suprime o sofoca la libertad de quien afronta el martirio, sino, al contrario, la enriquece y la exalta: el mártir es una persona sumamente libre, libre respecto del poder, del mundo: una persona libre, que en un único acto definitivo entrega toda su vida a Dios, y en un acto supremo de fe, de esperanza y de caridad se abandona en las manos de su Creador y Redentor; sacrifica su vida para ser asociado de modo total al sacrificio de Cristo en la cruz. En una palabra, el martirio es un gran acto de amor en respuesta al inmenso amor de Dios. (Papa Emérito Benedicto XVI, Audiencia General, Miércoles 11 de agosto de 2010)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.

El que me sigue no caminará en la oscuridad, y tendrá la luz de la vida, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

El que me sirve será honrado por mi Padre.
Del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
Dimensiones del servicio en la Iglesia
Servir es entregar la vida, es llevar a la gente a Cristo, es practicar la misericordia espiritual y corporal como lo hizo San Lorenzo diácono.
Para la reflexión personal
  • ¿Es tu vida expresión de la donación de ti mismo?
  • ¿Eres una semilla de amor que produce amor?
  • ¿Eres consciente de que para ser semilla de alegría, la alegría de los trigales, es necesario el momento de la siembra?
Oración

Que la fuerza de la Palabra y el ejemplo de la vida de San Lorenzo nos despierte hacia una nueva solidaridad, especialmente en este tiempo en que se nos exige mirar la vida de aquellos que padecen las consecuencias de la pandemia. Que nuestra vida sea una entrega que genere muchos frutos para los demás. Amén

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