Reflexión al Evangelio XXVI domingo | Tiempo Ordinario – Ciclo A
¿COMO ES MI RELACIÓN PERSONAL CON DIOS?
Reflexión Evangelio vigésimo sexto domingo.
Domingo 27 de septiembre de 2020
Reflexión Evangelio vigésimo sexto domingo.
Tiempo Ordinario / Ciclo A
Introducción
El mensaje de la parábola está claro: no cuentan las palabras, sino las obras, los hechos de conversión y de fe. Jesús – lo hemos oído – dirige este mensaje a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo de Israel, es decir, a los expertos en religión de su pueblo. En un primer momento, ellos dicen “sí” a la voluntad de Dios. Pero su religiosidad acaba siendo una rutina, y Dios ya no los inquieta.
Traducida al lenguaje de nuestro tiempo, la afirmación podría sonar más o menos así: los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios; los que sufren a causa de sus pecados y tienen deseo de un corazón puro, están más cerca del Reino de Dios que los fieles rutinarios, que ven ya solamente en la Iglesia el sistema, sin que su corazón quede tocado por esto: por la fe. De este modo, la palabra nos debe hacer reflexionar mucho, es más, nos debe impactar a todos.
(…)en el espíritu de la enseñanza de Jesús se necesita algo más: un corazón abierto, que se deja conmover por el amor de Cristo, y así presta al prójimo que nos necesita más que un servicio técnico: amor, con el que se muestra al otro el Dios que ama, Cristo.
Entonces, también a partir de Evangelio de hoy, preguntémonos: ¿Cómo es mi relación personal con Dios en la oración, en la participación en la Misa dominical, en la profundización de la fe mediante la meditación de la Sagrada Escritura y el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica? Queridos amigos, en último término, la renovación de la Iglesia puede llevarse a cabo solamente mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada.
(…)Pidamos a Dios el ánimo y la humildad de avanzar por el camino de la fe, de alcanzar la riqueza de su misericordia y de tener la mirada fija en Cristo, la Palabra que hace nuevas todas las cosas, que para nosotros es “Camino, Verdad y Vida” (Jn 14,6), que es nuestro futuro. Amén. (Benedicto XVI, Homilía (extracto), en Friburgo de Brisgovia el 25-09-2011)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
San Mateo 21, 28-32
El segundo hijo se arrepintió y fue. – Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». Ellos le respondieron: «El segundo». Entonces Jesús les dijo: «Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios.
Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- ¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad del padre? ¿Con cuál de ellos me identifico? ¿Porqué?
- ¿Cuántas veces decimos Si Si, claro que si, y al final nada nada y hasta nos escondemos?¿Cuál es nuestra mayor debilidad para no comprometernos en trabajar en la viña del Señor?
Oración
Padre amoroso, Tú no quieres que los pecadores mueran, sino que se alejen de su pecado y que hagan lo que es recto y bueno para que vivan. Tú sabes que somos frágiles y débiles. No dejes de perdonarnos, danos la mentalidad de Jesús, para que con él te digamos Sí con el amor profundo de quienes han sido perdonados. Haznos también misericordiosos para con otros. Amén.