Reflexión al Evangelio | 10 de octubre | 27º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

CONCEBIR ESPIRITUALMENTE A JESÚS
Reflexión Evangelio 10 de octubre

Reflexión Evangelio sábado 10 de octubre de 2020
Vigésima séptima semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

Dichosa la madre que te engendró y los pechos que te amamantaron». Grande es la devoción y grande es la fe que expresan estas palabras de la mujer del evangelio. Mientras que los escribas y fariseos blasfeman y ponen a prueba al Señor, esta mujer reconoce, delante de todos, su encarnación con una lealtad tal y le confiesa con tanta seguridad, que llega a hacer que queden confundidos la calumnia de sus contemporáneos y la falsa fe de los futuros herejes.

Los contemporáneos de Jesús negaban que fuera verdaderamente hijo de Dios, consubstancial al Padre, con lo cual hacían agravio a la obra del Espíritu Santo. Después, a lo largo del tiempo, también han existido hombres que han negado que María siempre virgen, diera, por obra del Espíritu Santo, la substancia de su carne al Hijo de Dios que había de nacer con un verdadero cuerpo humano; negaron que fuera verdaderamente Hijo del hombre, de la misma naturaleza que su madre.

Mas el apóstol Pablo desmiente esta opinión cuando dice que Jesús es «nacido de mujer, sujeto a la ley» (Gal 4,4). Porque, concebido en el seno de la Virgen, ha sacado su carne no de la nada, ni de otra parte, sino del cuerpo de su madre. Si no fuera así no sería correcto llamarle verdaderamente Hijo del hombre…

Verdaderamente dichosa madre que, según expresión del poeta, «dio a luz al Rey que gobierna cielos y tierra por los siglos de los siglos. Ella tiene el gozo de la maternidad y el honor de la virginidad. Antes que ella no ha habido mujer semejante, y no se verá otra después de ella» (Sedulius). Y, sin embargo, el Señor añade: «Son aún más dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen».

El Salvador confirma magníficamente el testimonio de esta mujer, pues no tan sólo declara dichosa a aquella a quien se le ha concedido dar a luz corporalmente al Verbo de Dios, sino también dichosos todos aquellos que procurarán concebir espiritualmente al mismo Verbo al permanecer atentos a la fe y, teniéndole presente y practicando el bien, darán a luz y alimentarán su corazón y el de otros. (San Beda el Venerable, monje benedictino, doctor de la Iglesia. Homilía sobre S. Lucas; L. IV, 49.)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 11. 28
R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

San Lucas 11, 27-28
Dichosa la mujer que te llevó en su seno. – Dichosos todavía más los que escuchan la Palabra de Dios.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!».
Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
El papel de la ley de Moisés en la actualidad.
¿El pueblo cristiano necesita de la ley? ¿Hay algo que nos pueda dar la antigua ley de Moisés? Si, la necesitamos en la medida que no hemos llegado a la meta, en que no podemos decir todavía que Cristo es todo en todos.
Para la reflexión personal
  • ¿Consigues descubrir la Palabra viva de Dios en tu vida?
  • ¿Cómo vives la devoción a María, la madre de Jesús?
Oración

Señor Dios nuestro, Tu Hijo nació a este mundo de la Bienaventurada Virgen María. Te alabamos por tu bondad; pero también te pedimos: Que tu Hijo nazca en nosotros por la fe, en nuestras vidas, en nuestras palabras, en nuestros pensamientos, en nuestras actitudes y en todo lo que hacemos. Amén.

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