Reflexión Evangelio 15 de Octubre | Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la iglesia – memoria
TERESA DE JESÚS, HIJA DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA
Reflexión Evangelio 15 de octubre
Reflexión Evangelio jueves 15 de octubre de 2020
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la iglesia – memoria
Vigésima octava semana / Tiempo Ordinario
Año Par
Introducción
El eje de la vida de Teresa como proyección de su amor por Cristo y su deseo de la salvación de los hombres fue la Iglesia. Teresa de Jesús “sintió la Iglesia”, vivió “la pasión por la Iglesia” como miembro del Cuerpo místico. (…) En Ávila se encendió aquella hoguera de amor eclesial que iluminaba y enfervorizaba a teólogos y misioneros. Aquí empezó aquel servicio original de Teresa en la Iglesia de su tiempo; en un momento tenso de reformas y contrarreformas optó por el camino radical del seguimiento de Cristo, por la edificación de la Iglesia con piedras vivas de santidad; levantó la bandera de los ideales cristianos para animar a los capitanes de la Iglesia.
Y en Alba de Tormes, al final de una intensa jornada de caminos fundacionales, Teresa de Jesús, la cristiana verdadera y la esposa que deseaba ver pronto al Esposo, exclama: “Gracias… Dios mío…, porque me hiciste hija de tu Santa Iglesia católica”. O como recuerda otro testigo: “Bendito sea Dios…, que soy hija de la Iglesia”. ¡Soy hija de la Iglesia! He aquí el título de honor y de compromiso que la Santa nos ha legado para amar a la Iglesia, para servirla con generosidad. (San Juan Pablo II, homilía, 1 de noviembre de 1982)
Queridos hermanos y hermanas, santa Teresa de Jesús es verdadera maestra de vida cristiana para los fieles de todos los tiempos. En nuestra sociedad, a menudo carente de valores espirituales, santa Teresa nos enseña a ser testigos incansables de Dios, de su presencia y de su acción; nos enseña a sentir realmente esta sed de Dios que existe en lo más hondo de nuestro corazón, este deseo de ver a Dios, de buscar a Dios, de estar en diálogo con él y de ser sus amigos. Esta es la amistad que todos necesitamos y que debemos buscar de nuevo, día tras día.
Que el ejemplo de esta santa, profundamente contemplativa y eficazmente activa, nos impulse también a nosotros a dedicar cada día el tiempo adecuado a la oración, a esta apertura hacia Dios, a este camino para buscar a Dios, para verlo, para encontrar su amistad y así la verdadera vida; porque realmente muchos de nosotros deberían decir: «no vivo, no vivo realmente, porque no vivo la esencia de mi vida». Por esto, el tiempo de la oración no es tiempo perdido; es tiempo en el que se abre el camino de la vida, se abre el camino para aprender de Dios un amor ardiente a él, a su Iglesia, y una caridad concreta para con nuestros hermanos. Gracias. (Papa emérito Benedicto XVI, Audiencia General, Miércoles 2 de febrero de 2011)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO, Si 39, 14
Aleluya, Aleluya.
Los pueblos contarán su sabiduría, y la asamblea anunciará su alabanza.
EVANGELIO
San Mateo 11, 25-30
Soy manso y humilde de corazón
Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
—«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor.
Para la reflexión personal
- En Teresa de Jesús, encontramos un camino de santidad, es decir, de seguimiento radical, entre lo más sencillo y cotidiano de nuestra vida ¿Cómo estoy tomando el llamado a la sanidad?
- ¿Qué podemos aprender hoy de su experiencia espiritual para iluminar nuestra vida?
Oración
Padre misericordioso, Santa Teresa de Jesús fue profundamente consciente de qué manera tan especial tú vives en lo más profundo de nosotros mismos. Que ella nos ayude a vivir la vida de Jesús como sarmientos vivos unidos a la vid, que den fruto de justicia, bondad y amor. Que nuestra unión con Jesús se haga visible en nuestra apertura a los otros y en un profundo sentido de oración. Amén.
San Juan Pablo II sobre santa Teresa de Jesús.
Papa Emérito Benedicto XVI sobre santa Teresa de Jesús.