Reflexión Evangelio 25 de noviembre | 34º Semana | Tiempo Ordinario – Año Par
HEMOS DE SER PROBADOS
Reflexión Evangelio 25 de noviembre
Reflexión Evangelio miércoles 25 de noviembre de 2020
Última semana / Tiempo Ordinario
Año Par
Introducción
¿En qué son justos los juicios de Dios? En el sentido de que es por el esfuerzo y las pruebas como se alcanza la recompensa del cielo. De la misma manera que por el juicio de los hombres la corona de un precio se atribuye a los atletas que combaten, lo mismo la palma de la victoria es concedida por el juicio de Dios a los cristianos que luchan (cf 1Co 9,25). «Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono», dice el Señor (Ap 3,21).
Así como el metal es refinado por el fuego, nuestra vida es probada por el fuego, con el fin de que la fuerza de nuestra virtud se manifieste en los combates… En efecto, ¿Qué hacemos de grande si mostramos satisfacción a Dios en el bienestar, cuando nada desagradable nos enturbia? Lo que es admirable, es mostrarse satisfecho ante la voluntad de Dios en medio de las dificultades y las vejaciones, si no te rebelas en la privación, si no te impide alabar su justicia.
Cuanto más grandes son las pruebas, mayor será el consuelo que te está reservado. Sin embargo, para no caer, cuanto más te veas cercado por duras pruebas, más le debes rogar al Verbo de Dios que te de coraje. (San Ambrosio de Milán, obispo y doctor de la Iglesia, Sermón 10 sobre el salmo 118).
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ap 2, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
san Lucas 21, 12-19
Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
Oración
Padre nuestro, creemos que tus planes para nosotros son de paz y valor, y no de miedo o temor. Guarda nuestros ojos abiertos a los signos de la constante venida de Jesucristo tu Hijo. Ayúdanos a comprometernos sin descanso a hacer crecer tu reino entre nosotros, llevando a cabo tus planes de paz y amor y de todo lo que convierte a nuestro mundo. Amén