Reflexión Evangelio 3 de diciembre | San Francisco Javier, presbítero – Memoria
MARÍA NUESTRO MODELO DE OBEDIENCIA
Reflexión Evangelio 3 de diciembre
Reflexión Evangelio jueves 3 de diciembre de 2020
San Francisco Javier, presbítero – Memoria
Jueves I Semana de Adviento / Ciclo A, B y C
Introducción
Sólo acertaremos en la vida si ponemos de veras nuestra confianza en él: «mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres» (salmo). Un pueblo que confía en el Señor, que sigue sus mandatos y observa la lealtad, es feliz, «su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti». Mientras que los que confían en las murallas de piedra, y se sienten orgullosamente fuertes, se llevarán pronto o tarde un desengaño. Nuestra Roca es Dios. En él está nuestra paz y nuestra seguridad. Él nos llevará a la Jerusalén celestial, la ciudad de la fiesta perpetua.
(…) Si en la construcción de nuestra propia personalidad o de la comunidad nos fiamos de nuestras propias fuerzas, o de unas instituciones, o unas estructuras, o unas doctrinas, nos exponemos a la ruina. Es como si un matrimonio se apoya sólo en un amor romántico, o una espiritualidad se deja dirigir por la moda o el gusto personal. (…)El único fundamento que no falla y da solidez a lo que intentamos construir es Dios.
Tenemos un modelo admirable, sobre todo estos días de Adviento, en María, la Madre de Jesús. Ella fue una mujer de fe, totalmente disponible ante Dios, que edificó su vida sobre la roca de la Palabra. Que ante el anuncio de la misión que Dios le encomendaba, respondió con una frase que fue la consigna de toda su vida, y que debería ser también la nuestra: «hágase en mí según tu Palabra». Es nuestra maestra en la obediencia a la Palabra. (José Aldazabal. Enséñame tus Caminos 1)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 55, 6
R/. Aleluya, aleluya.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca. R/.
EVANGELIO
San Mateo 7, 21. 24-27
El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- ¿Cómo estamos construyendo nosotros el edificio de nuestra casa, de nuestra persona, de nuestro futuro?
- ¿Cómo edificamos nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra Iglesia y sociedad?
Oración
Señor, eres la roca eterna y tus palabras son verdad y vida. Ayúdame a construir mi vida en tus palabras, sólo así descubriré el cimiento que no vacila, un roca en la que estaré firme, un refugio seguro en las vicisitudes de mi existencia, una lámpara para mis pasos y luz en mi camino. Perdona mi necedad por cuantas veces he buscado mi plenitud en otra parte, mi cimiento lejos de ti. Acepta mi alma arrepentida y mi corazón humillado.Amén.