Reflexión Evangelio 16 de diciembre | Miércoles III Semana de Adviento | Ciclo A, B y C
SOLO CON LA ORACIÓN SE VENCEN LAS DUDAS
Reflexión Evangelio 16 de diciembre
Reflexión Evangelio miércoles 16 de diciembre de 2020
Miércoles III Semana de Adviento / Ciclo A, B y C
Introducción
La palabra evangélica me presenta hoy al Bautista como testigo de Cristo con su vida. En Juan se me presenta la figura del verdadero pobre declarado dichoso por Jesús, el creyente que camina en la paciencia y sabe corregir las propias apreciaciones de la espera según el estilo imprevisible del venir de Dios. Por esta razón, puede ahondar en su propia esperanza hasta el testimonio supremo.
De la figura evangélica del Bautista también aprendo que la fe más fuerte y sincera puede coexistir con la duda y que sólo hay un modo para vencer esta duda que atenaza el corazón. Juan me recuerda que sólo puedo superar la prueba con la oración: renunciando a poner en tela de juicio la promesa de Dios y revisando mis limitados modos de comprender la promesa divina y de esperar su cumplimiento, ahí es donde encuentro la paz.
A esa fe que invoca, Dios responderá regalándome un nuevo modo de ver las cosas que me permite contemplar los signos de su amor en mi vida y los signos de esa humanidad nueva que sigue creando todavía hoy. Descubro así la verdad de la palabra del profeta Isaías, según el cual, más allá de los aparentes desmentidos de la historia, el Señor puede y quiere salvar a su pueblo, aun cuando su actuación no deja de ser en gran parte misteriosa y refractaria a toda comparación con las soluciones humanas para tales problemas.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 15 40, 9.10
R/. Aleluya, aleluya.
Levanta tu voz para anunciar la buena nueva: ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder. R/.
EVANGELIO
San Lucas 7, 19-23
Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». Cuando llegaron a donde estaba Jesús, le dijeron: «Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro».
En aquel momento, Jesús curó a muchos de varias enfermedades y dolencias y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Después contestó a los enviados: «Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso el que no se escandalice de mí».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
En el Tiempo de adviento debe movernos una pregunta, la pregunta sobre el que debe venir. ¿Qué significa esta pregunta? ¿Qué se entiende por «el que ha de venir»?
Oración
Creo Señor, pero eso no impide que broten en mi corazón dudas y temores. A veces llego a pensar que mi vida sea un camino infinito, sin final. Lo único que me queda es ser yo mismo y dirigirte, Señor, con todo mi ser, una plegaria, pues sólo en ti está la victoria y el poder. Como el Bautista me dirijo a ti, para que tu luz me ayude a contemplar los signos de la nueva humanidad que estás creando ya ahora en nuestro mundo. Amén.