Reflexión Evangelio 6 de Enero | Miércoles después de Epifanía – Tiempo de Navidad

EL ESPÍRITU SANTO NOS HACE LIBRES
Reflexión Evangelio 6 de Enero

Reflexión Evangelio 6 de Enero de 2021
Miércoles después de Epifanía
Tiempo de Navidad

Reflexión

El Evangelio de hoy, termina con una consideración sobre el porqué de ese susto (…) eran duros de corazón. Y un corazón puede ser de piedra por muchos motivos. Por ejemplo, por experiencias dolorosas, como les pasó a los discípulos de Emaus, que temían ilusionarse otra vez; o al apóstol Tomás, que no quiere creer en la Resurrección de Jesús.

Otro motivo que endurece el corazón es encerrarse en uno mismo: crear un mundo cerrado en uno mismo, en su comunidad, en su parroquia…, pero siempre cerrado. Y esa cerrazón puede girar en torno a muchas cosas: orgullo, suficiencia, vanidad… ¡Los narcisistas religiosos! Tienen el corazón duro porque están cerrados, y no abiertos, y procuran defenderse levantando muros a su alrededor.

(…) todo lo contrario que vino a traernos Jesús: la libertad. El corazón, cuando se endurece, no es libre, y si no es libre es porque no ama: así terminaba Juan apóstol la primera Lectura de hoy. Y siempre tiene miedo de que le pase algo doloroso o triste que le haga pasarlo mal en la vida o arriesgar su salvación eterna. ¡Cuánta imaginación, por falta de amor!

Entonces, ¿Quién nos enseña a amar? ¿Quién nos libra de esa torpeza? Solo el Espíritu Santo. Ya puedes hacer mil cursillos de catequesis o de espiritualidad, o mil cursos de yoga o de zen o de todas esas cosas, que nada de eso será capaz de darte jamás la libertad del hijo. Solo el Espíritu Santo mueve tu corazón para decir Padre. Solo el Espíritu Santo es capaz de eliminar, de romper esa dureza del corazón y hacer un corazón… ¿blando? —no sé, no me gusta la palabra—, ¿dócil? Sí, dócil al Señor, dócil a la libertad del amor. (SS Papa Francisco. Misa en Santa Marta. Viernes 09 de enero del 2015.)


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. 1 Tm 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.

Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido proclamado a las naciones. Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido anunciado al mundo. R/.

EVANGELIO

Marcos 6, 45-52
Lo vieron caminar sobre el agua.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró al monte a orar.

Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes del amanecer, y parecía que iba a pasar de largo.

Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero él les habló enseguida y les dijo: «¡Ánimo! Soy yo; no teman». Subió a la barca con ellos y se calmó el viento. Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio de los panes, pues tenían la mente embotada. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Evangelio 6 de Enero
A medida que das, recibes
La vida cristiana se evidencia porque a medida que vas dando vas descubriendo nuevas dimensiones del amor de Dios; a medida que tu corazón va dando, recibe nuevamente.
Para la reflexión personal

Ésta es la esencia del amor: cuando estamos lejos y no amamos a Dios, igualmente estamos distantes del prójimo. Si, por el contrario, amamos a Dios, cuanto más nos acercamos a Él por el amor, otro tanto nos unimos en el amor al prójimo, y en tanto nos unimos al prójimo, tanto estamos unidos a Dios. (Doroteo de Gaza, Insegnamenti spirituali, Roma 1979, 124-126).

Oración

Padre santo, a ti, que eres la plenitud del amor, te agradecemos el don que nos has hecho de Jesús-Eucaristía, pan de vida partido para nosotros y alimento de nuestra vida espiritual, personal y comunitaria. A veces nos sentimos fatigados y cansados al recorrer este camino y hasta tenemos miedo de confiar en ti y de mirarte, como los discípulos en la barca, cuando un viento contrario dificulta nuestra marcha cotidiana. Ven a nuestro auxilio cuando estamos inquietos y sin esperanza, y devuélvenos el coraje de subirte a nuestra barca para caminar hacia ti con renovada confianza. Amén.

Lecturas miércoles 6 de enero. Ferias después de Epifanía

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