Reflexión Evangelio 20 de Enero | Semana II del Tiempo Ordinario, miércoles – Año Impar
EL FORMALISMO BLOQUEA LA GRACIA
Reflexión Evangelio 20 de Enero
Reflexión Evangelio 20 de Enero
Miércoles 20 de enero de 2021
Semana II del Tiempo Ordinario, miércoles – Año Impar
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Mt 4, 23)
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.
EVANGELIO
Marcos 3, 1-6
¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?
Lectura del santo Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: «Levántate y ponte allí en medio». Después les preguntó: «¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?».
Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: «Extiende tu mano». La extendió, y su mano quedó sana. Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
En este paso del evangelio encontramos también otro pecado, cuando vemos que Jesús es criticado porque realizó una curación siendo día sábado. Es el pecado del formalismo. Cristianos que no dejan lugar a la gracia de Dios. Y la vida cristiana, la vida de esta gente, es tener todos los documentos en regla, todos los certificados. Los cristianos hipócritas, como éstos, solo se interesan por las formalidades. ¿Era sábado? Entonces no se pueden hacer milagros, la gracia de Dios no puede operar el sábado. Entonces le cierran la puerta a la gracia de Dios.
Tenemos a tantos así en la Iglesia, a tantos. Es otro pecado. Primero los que no tienen celo apostólico porque decidieron detenerse en sí mismos, en sus tristezas, en sus resentimientos. Y estos otros que no son capaces de llevar la salvación porque le cierran la puerta.
Para ellos cuentan solamente las formalidades. No se puede, es la palabra que tienen más a mano. A gente así la encontramos también nosotros. Tantas veces tuvimos apatía o fuimos hipócritas como los fariseos. Son tentaciones que vienen y que debemos conocerlas para defendernos. (S.S. Papa Francisco. Misa en Santa Marta, 1 de Abril de 2014)
Para la reflexión personal
«tantos que se dicen cristianos –porque han sido bautizados y reciben otros Sacramentos–, pero que se muestran desleales, mentirosos, insinceros, soberbios… Y caen de golpe. Parecen estrellas que brillan un momento en el cielo y, de pronto, se precipitan irremisiblemente» (San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 75.)
Oración
Señor Jesús, gracias por haber venido a nosotros para abrirnos de nuevo el camino hacia el Padre. No te canses de nuestra ingrata dureza, de nuestros rechazos. Ten piedad de la parálisis que nos atrofia la mano y, todavía más, el corazón. Siempre nos pones en el centro de tu atención y vuelves a dar soltura a nuestras manos encogidas, para que podamos abrirlas por fin y acoger el don que eres tú mismo, convertido por nuestro amor en pan y vino. Con tu ejemplo nos enseñas a no cerrar más nuestra mano como una garra sobre tus dones, aferrándolos y poseyéndolos sólo para nosotros mismos. Amén