Reflexión Evangelio 16 de febrero | Semana VI Tiempo Ordinario, martes – Año Impar

EL ÚNICO PAN QUE SACIA
Reflexión Evangelio 16 de febrero

Reflexión Evangelio 16 de febrero
Martes 16 de febrero de 2021
Semana VI del Tiempo Ordinario, martes – Año Impar


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 14, 23)
R/. Aleluya, aleluya.

El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.

EVANGELIO

Marcos 8, 14-21
Cuídense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, cuando los discípulos iban con Jesús en la barca, se dieron cuenta de que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían uno. Jesús les hizo esta advertencia: «Fíjense bien y cuídense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes». Entonces ellos comentaban entre sí: «Es que no tenemos panes».

Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: «¿Por qué están comentando que no trajeron panes? ¿Todavía no entienden ni acaban de comprender? ¿Tan embotada está su mente? ¿Para qué tienen ustedes ojos, si no ven, y oídos, si no oyen? ¿No recuerdan cuántos canastos de sobras recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil hombres?».

Ellos le contestaron: «Doce». Y añadió: «¿Y cuántos canastos de sobras recogieron cuando repartí siete panes entre cuatro mil?». Le respondieron: «Siete». Entonces él dijo: «¿Y todavía no acaban de comprender?». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

¿Qué comentan ahora los discípulos en la barca? Dicen que no tienen pan, que se han olvidado de comprar. ¡Increíble! Han sido no sólo espectadores, sino protagonistas de las dos multiplicaciones y, pese a todo, aún tienen miedo de quedarse sin pan. Ahora bien, ¿de qué pan se está hablando en realidad? Del pan fermentado de las personas religiosas (los fariseos) y de los ambientes políticos (los herodianos). ¿Cómo se obtiene este pan? Sobre la base de ciertas opciones ideológicas, de ciertos cálculos económicos.

En la barca de Jesús no hay más que un solo pan. Es el único pan necesario y suficiente. Es el pan ázimo de la Eucaristía. Jesús es este pan, es su cuerpo entregado, su sangre derramada, su corazón partido. Este es el pan multiplicado en las dos orillas del lago, pero los discípulos no comprenden aún.

Pero es también la situación en la que nos encontramos hoy. Todavía hoy sigue endurecido nuestro corazón como el de los discípulos, a pesar de la amistad de Dios, a pesar de la señal del pan multiplicado. Tenemos ojos y no vemos, tenemos oídos y no oímos.

Buscamos constantemente otro pan, un pan que no sacia, y, al hacer esto, nuestro corazón no cesa de formar pensamientos inútiles, de concebir designios impuros. Sólo podremos poner límite a esta proliferación de pensamientos si comprendemos que el único pan que hay en la barca es el que nos basta. El pan único es el corazón del Hijo que ha entregado su vida por nosotros. (Lectio Divina. Zevini – Cabra)


Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Evangelio 16 de febrero
Cómo recuperar el orden querido por Dios.
Dios quiere que nuestras pasiones estén bajo el control de la voluntad, la voluntad esté guiada por la inteligencia, la inteligencia esté iluminada por la fe y la fe nos ponga bajo el gobierno y reinado del Señor.
Para la reflexión personal

Puede que necesitemos parar, que nos detengamos un momento, cerremos los ojos y decidamos qué levadura queremos que esté presente en nuestras vidas; si queremos la levadura vivificante que Jesús nos da, o, por el contrario, nos dejamos dominar por las nefastas levaduras que nos apartan de Dios y, en consecuencia, dejemos de vivir haciendo el bien. (D. Félix García O.P. Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro)

Oración

Señor Dios nuestro, abre nuestros ojos y nuestros oídos y ayúdanos a percibir las maravillas que cada día encontramos. Que sigamos viendo y creyendo. El mundo busca señales de tú presencia entre nosotros, danos la fe y la fuerza para ser el signo de tu amor salvador, por medio de nuestra integridad, de nuestras expresiones de paz, de nuestra preocupación e interés los unos por los otros, porque donde prevalecen la caridad y el amor con toda seguridad allí estás tú. Amén.

Hablar con Dios

Reflexión Evangelio 15 de febrero. Semana VI Tiempo Ordinario, lunes

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