Jesucristo | Tema #4 | Curso de Apologética I – MEC
JESUCRISTO
“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada.”
San Juan 1, 1-3
La Palabra de Dios, igual que en libro del Génesis inicia diciendo: “En el principio”, es decir, cuando nada existía ya existía la Palabra, y la Palabra era Dios y por ella se hizo todo. Lo que se nos revela acá es que el Dios creador de todo es identificado como la Palabra que va generando y creando todo.
Pero lo más impactante es lo que dice el versículo 14 del capítulo 1 de San Juan: «Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único lleno de gracia y de verdad.»
LA PALABRA HECHA CARNE
Esto nos manifiesta que en un momento de la historia, ese Dios que se conoce como la Palabra se hace “carne,” se hace una persona humana y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre el Hijo único. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, por lo tanto, es el Hijo quien es identificado como la Palabra y ese Hijo se hace una persona humana y habita entre nosotros.
¿Quién es concretamente esa persona que es la Palabra hecha carne?
El Evangelio de San Mateo, capítulo 16, versículo 15. Nos narra que había un joven de nombre Jesús que se había criado en Nazaret, por lo tanto, era conocido como Jesús de Nazaret. Él tenía doce amigos y en un momento de su vida les preguntó a sus amigos: «¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?» Y Simón, uno de los doce, le contesta: «Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
Simón reconoce en Jesús de Nazaret, a la Palabra que se hace carne y habita entre nosotros, al Cristo, al Hijo de Dios vivo. Y Jesús de Nazaret acepta ser llamado el Cristo, el Hijo de Dios cuando le contesta: «Dichoso eres Simón porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.»
Jesús de Nazaret es la Palabra que se hace carne y viene a habitar entre nosotros. Es el Hijo, la segunda persona de la Santísima Trinidad que se hace presente en la historia. Por lo tanto, nosotros los Cristianos reconocemos en Jesús de Nazaret su Naturaleza DIVINA, Él es Verdadero Dios.
ES EL HIJO EN LA PERSONA DE JESÚS DE NAZARETH QUIEN NOS VIENE A REVELAR EL MISTERIO DE DIOS.
JESÚS ES VERDADERO DIOS
Dice el Evangelio de San Juan Capítulo 1, versículo 18:
«A Dios nadie le ha visto jamás, el Hijo Unigénito que está en el seno del Padre, Él lo ha contado.»
Para nosotros los Cristianos Católicos Jesús de Nazaret tiene la naturaleza Divina, Él es verdadero Dios.
Pero los Cristianos sabemos que Jesús de Nazareth no solo tiene la naturaleza Divina, sino que tiene, además, la Naturaleza Humana porque ha nacido del linaje humano, ha nacido del vientre de una mujer; por lo tanto el Señor Jesús tiene doble naturaleza: La naturaleza Divina y la naturaleza Humana. Él es VERDADERO DIOS y VERDADERO HOMBRE. (Leer San Lucas 1, 26-32.)
Pero Jesús de Nazaret no solo viene a revelarnos el misterio de Dios, sino que viene a redimir al género humano esclavizado por el pecado. Él es el Salvador, (Cfr. San Mateo 1,21)
Dice la carta a los Hebreos, capítulo 2, versículos 10.14
“Dios, del que viene todo y actúa en todo, quería introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacía cargo de la salvación de todos. Puesto que esos hijos son de carne s sangre, Jesús tomó esa misma condición y al morir le quitó su poder a aquél que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo.”
JESÚS DE NAZARETH NO SOLO TIENE LA NATURALEZA DIVINA, SINO QUE TIENE, ADEMÁS, LA NATURALEZA HUMANA
JESÚS VENCE EN LA CRUZ AL ENEMIGO.
San Irineo de Lyon, un hermano nuestro del año 140 refiriéndose a este acontecimiento, dice:
“Así como el enemigo había vencido a un hombre, no hubiera sido justo si no es un hombre quién ahora lo vence a él.”
Y a partir de este acontecimiento salvífico del Señor, el enemigo es como un perro encadenado que suelo muerde al que se le acerca.
¡JESÚS ES SACRAMENTO DE SALVACIÓN!
Pero como Él no estaría físicamente por mucho tiempo entre nosotros, para que esa acción salvífica no se perdiera y llegara a las personas de todos los tiempos y de todos los lugares, utilizó un recurso: Fundó una Comunidad para que lo haga presente en la Historia. Y Cristo peregrina en la Historia a través de su comunidad: «La Iglesia.»
Por si no los has visto
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