Reflexión viernes 28 de mayo | 8va. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar
NO PUEDE HABER TIEMPO SIN FRUTO
Reflexión viernes 28 de mayo
Reflexión viernes 28 de mayo
8va. Semana del Tiempo Ordinario
Año Impar
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 15,16)
R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/.
EVANGELIO
Marcos 11, 11-26
Mi casa será casa de oración para todos los pueblos. Tengan fe en Dios.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos
Después de haber sido aclamado por la multitud, Jesús entró en Jerusalén, fue al templo y miró todo lo que en él sucedía; pero como ya era tarde, se marchó a Betania con los Doce.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Viendo a lo lejos una higuera con hojas, Jesús se acercó a ver si encontraba higos; pero al llegar, sólo encontró hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la higuera: «Que nunca jamás coma nadie frutos de ti». Y sus discípulos lo estaban oyendo.
Cuando llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a arrojar de ahí a los que vendían y compraban; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los puestos de los que vendían palomas; y no dejaba que nadie cruzara por el templo cargando cosas. Luego se puso a enseñar a la gente, diciéndoles: «¿Acaso no está escrito: Mi casa será casa de oración para todos los pueblos? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones».
Los sumos sacerdotes y los escribas se enteraron de esto y buscaban la forma de matarlo; pero le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de sus enseñanzas. Cuando atardeció, Jesús y los suyos salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, cuando pasaban junto a la higuera, vieron que estaba seca hasta la raíz. Pedro cayó en la cuenta y le dijo a Jesús: «Maestro, mira: la higuera que maldijiste se secó». Jesús les dijo entonces: «Tengan fe en Dios, Les aseguro que si uno dice a ese monte: ‘Quítate de ahí y arrójate al mar’, sin duda en su corazón y creyendo que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.
Por eso les digo: Cualquier cosa que pidan en la oración, crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán. Y cuando se pongan a orar, perdonen lo que tengan contra otros, para que también el Padre, que está en el cielo, les perdone a ustedes sus ofensas; porque si ustedes no perdonan, tampoco el Padre, que está en el cielo, les perdonará a ustedes sus ofensas».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
El evangelio nos propone el mal ejemplo de la higuera. El lector podría quedarse un poco desorientado por el comportamiento de Jesús, que «pretende» recoger frutos de una higuera aunque no es la estación. No debemos ponernos de parte de la higuera («pobrecilla, ¿qué ha hecho?»), sino de parte de Jesús.
En vez de contar una parábola, como hace en tantas otras ocasiones, se sirve de un episodio que seguramente se marcará a fuego en la mente de sus discípulos. Es una lección viva. Del mismo modo que no nos causa pena la ensalada que comemos, porque sirve para alimentar nuestra vida, tampoco debe sorprendernos que esta higuera se seque para alimentar la comprensión de los discípulos.
Estos aprenden la lección: no puede haber tiempo sin frutos. Si bien en el caso de la higuera forma parte de la naturaleza tener frutos en una estación y no en otra, en la vida religiosa no es admisible una estación sin frutos o de pura formalidad exterior. Y si eso ocurriera, es preciso invertir el rumbo, dar un vuelco a la situación (véase la purificación del templo), so pena de una aridez completa. La higuera enseña; por consiguiente, no debemos decir: «¡Pobre higuera!», sino: «¡Pobres de nosotros!» Si mantenemos una conducta estéril.
Una lectura positiva
El reverso de la medalla, esto es, la lectura positiva, es una vida rebosante de fe, capaz de arrancar las plantas para trasplantarlas a otro lugar, con sólo decirlo; una vida planteada sobre el amor, un amor que se dirige incluso a las personas que nos son hostiles. De este modo, el fruto se hace visible, concreto, y el creyente se convierte en imitador del Padre que está en los cielos. Debemos seguir los buenos ejemplos de los otros, debemos dejar a nuestra espalda una estela luminosa de bien. Seguir a Jesucristo, con fidelidad y amor, es garantía segura de llevar una vida rica en frutos que permanecen. (Lectio Divina. Zevini-Cabra)
Reflexión viernes 28 de mayo
Para la reflexión personal
Si es auténtica, nuestra vida interior –el trato con Dios en la oración y en los sacramentos– se traduce necesariamente en realidades concretas: apostolado a través de la amistad y de los vínculos familiares; obras de misericordia espirituales, o materiales, según las circunstancias: enseñar al que no sabe y dar consuelo a esos enfermos y ancianos que se encuentran prácticamente abandonados…Hablar con Dios
Oración
Padre y Señor nuestro, con frecuencia convertimos nuestros corazones en casas sucias de soberbia y codicia más que en limpios hogares de amor y de bondad donde tú te sientas como en tu casa. Destruye el templo de pecado en nosotros, expulsa todo mal de nuestros corazones y haznos piedras vivas de una comunidad en la que pueda vivir y reinar tu Hijo Jesucristo. Amén.