El Sagrado Corazón de Jesús | Reflexión Evangelio 11 de junio – Solemnidad
CONTEMPLAR EL CORAZÓN DEL CRUCIFICADO
El Sagrado Corazón de Jesús
El Sagrado Corazón de Jesús
Reflexión Evangelio 11 de junio
Solemnidad
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Mt 11, 29)
R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. R/.
EVANGELIO
Juan 19, 31-37
Le abrió el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan
Como era el día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, los judíos pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados con Jesús. Pero al llegar a él, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebrarán ningún hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
¡El corazón de Dios se estremece de compasión! En esta solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús la Iglesia presenta a nuestra contemplación este misterio, el misterio del corazón de un Dios que se conmueve y derrama todo su amor sobre la humanidad. Un amor misterioso, que en los textos del Nuevo Testamento se nos revela como inconmensurable pasión de Dios por el hombre.
No se rinde ante la ingratitud, ni siquiera ante el rechazo del pueblo que se ha escogido; más aún, con infinita misericordia envía al mundo a su Hijo unigénito para que cargue sobre sí el destino del amor destruido; para que, derrotando el poder del mal y de la muerte, restituya la dignidad de hijos a los seres humanos esclavizados por el pecado.
Todo esto a caro precio: el Hijo unigénito del Padre se inmola en la cruz: «Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (Jn 13, 1). Símbolo de este amor que va más allá de la muerte es su costado atravesado por una lanza. A este respecto, un testigo ocular, el apóstol san Juan, afirma: «Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua» (Jn 19, 34).
Contemplar el Corazón del Crucificado
Queridos hermanos y hermanas, detengámonos a contemplar juntos el Corazón traspasado del Crucificado. […] Estar en Cristo Jesús significa ya sentarse en los cielos. En el Corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedad revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad de Dios.
[…] Su Corazón divino llama entonces a nuestro corazón; nos invita a salir de nosotros mismos y a abandonar nuestras seguridades humanas para fiarnos de él y, siguiendo su ejemplo, a hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas.
[…] Para ser ministros al servicio del Evangelio es ciertamente útil y necesario el estudio, con una esmerada y permanente formación teológica y pastoral, pero más necesaria aún es la «ciencia del amor», que sólo se aprende de «corazón a corazón» con Cristo. Él nos llama a partir el pan de su amor, a perdonar los pecados y a guiar al rebaño en su nombre. Precisamente por este motivo no debemos alejarnos nunca del manantial del Amor que es su Corazón traspasado en la cruz. (Extracto de Homilía del Papa Emérito Benedicto XVI. Inauguración del Año Sacerdotal en la Basílica de San Pedro Viernes 19 de junio de 2009)
Reflexión Evangelio Solemnidad de El Sagrado Corazón de Jesús
Para la reflexión personal
Queridos hermanos: En Cristo contemplamos la fidelidad de Dios. Cada gesto, cada palabra de Jesús transparenta el amor misericordioso y fiel del Padre. Y entonces, ante Él, nos preguntamos: ¿Cómo es mi amor al prójimo? ¿Sé ser fiel? ¿O soy voluble, sigo mis estados de humor y mis simpatías? Cada uno de nosotros puede responder en su propia conciencia. Pero, sobre todo, podemos decirle al Señor: Señor Jesús, haz que mi corazón sea cada vez más semejante al tuyo, pleno de amor y fidelidad. (S.S. Papa Francisco. Homilía. Viernes 27 de junio de 2014)
Oración
Señor, concédenos que en la fiesta que hoy celebramos, nuestra mirada se fije hacia Ti, Dios Nuestro Todopoderoso y nos de un corazón que rebalse de agradecimiento hacia tu amor misericordioso. Danos la gracia de siempre mirar hacia tu Hijo, Jesucristo y ver la seriedad de su amor, que le llevó a entregarse en la cruz por nosotros, que derramó su sangre para pagar nuestra deuda. Limpia los ojos de nuestro corazón y capacítanos para mirar tu Santo Espíritu, que es el Amor que tu Dios Nuestro, has infundido en nuestros corazones y poder así, vivir envueltos en el amor del Dios Trinidad. Amén.
Hoy es Sagrado Corazón de Jesús
Solemnidad con la que la Iglesia católica celebra el amor de Cristo salvador por los seres humanos, amor cuyo símbolo es su corazón. Aunque la devoción al Sagrado Corazón se remonta a la Edad media, la fiesta fue reconocida oficialmente en 1856 por el Papa Pio IX.
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