Reflexión Jueves 17 de junio | 11a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar
FUERTES EN LA DEBILIDAD
Reflexión Jueves 17 de junio
Reflexión Jueves 17 de junio de 2021
11a. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Rm 8, 15)
R/. Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! R/.
EVANGELIO
Mateo 6, 7-15
Ustedes oren así.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Tres palabras se me vienen hoy a la cabeza al considerar estas lecturas de esta misa: Debilidad, oración, perdón.
Debilidad
1. En primer lugar, somos débiles, con una debilidad que todos cargamos tras la herida del pecado original. Somos débiles, caemos en los pecados, no podemos ir adelante sin la ayuda del Señor. Quien se crea fuerte, quien se crea capaz de salir solo adelante, al menos es ingenuo y al final será un hombre derrotado por tantas y tantas debilidades que lleva consigo.
La debilidad que nos lleva a pedir ayuda al Señor, ya que en nuestra debilidad nada podemos sin tu ayuda, como acabamos de rezar. No podemos dar un paso en la vida cristiana sin la ayuda del Señor, porque somos débiles. Y el que esté de pie, tenga cuidado de no caer (cfr. 1Cor 10,12) porque es débil. Incluso débiles en la fe. Todos tenemos fe, todos queremos ir adelante en la vida cristiana, pero si no somos conscientes de nuestra debilidad, acabaremos todos derrotados. Por eso, es bonita la oración que dice: Señor, sé que en mi debilidad nada puedo sin tu ayuda.
Oración
2. En segundo lugar, oración. Jesús enseña a rezar, pero no como los paganos que pensaban ser escuchados a fuerza de palabras. Recordemos a la madre de Samuel (cfr. 1Sam 1,1-20), que pedía al Señor la gracia de tener un hijo y, rezando, a penas movía los labios. El sacerdote que había allí la miraba y estaba convencido de que estaba borracha, y le regañó. Solo movía los labios (1Sam 1,13), porque no lograba hablar… Pedía un hijo. Se reza así, ante el Señor.
Y la oración, como sabemos que Él es bueno y lo sabe todo de nosotros, y sabe las cosas que necesitamos, comenzamos a decir esa palabra: Padre (cfr. Mt 6,9), que es una palabra humana, ciertamente, que nos da vida pero en la oración solo podemos decirla con la fuerza del Espíritu Santo. Comenzamos la oración con la fuerza del Espíritu que reza en nosotros; rezar así, simplemente. Con el corazón abierto en la presencia de Dios que es Padre y sabe de qué cosas tenemos necesidad antes de pedirlas (cfr. Mt 6,8).
Perdón
3. Finalmente, el perdón. Jesús enseña a los discípulos que si no perdonan las culpas a los demás (cfr. Mt 6,12), tampoco el Padre se las perdonará a ellos. Solo podemos rezar bien y llamar Padre a Dios si nuestro corazón está en paz con los demás, con los hermanos. Pero, ese me ha hecho esto, y aquel me ha hecho lo otro… Perdona. Perdona, como Él te perdonará.
Y así, la debilidad que tenemos, con la ayuda de Dios en la oración, se convierte en fortaleza porque el perdón es una gran fortaleza. Hay que ser fuertes para perdonar pero esa fortaleza es una gracia que debemos recibir del Señor, porque somos débiles, pidiéndosela en la oración. (S.S. Papa Francisco, Homilia. Misa en Sanctae Marthae. Jueves 18 de junio de 2015)
Reflexión Jueves 17 de junio de 2021
Para la reflexión personal
La oración vocal es muy agradable a Dios, pero ha de ser verdadera oración: las palabras han de expresar el sentir del corazón. No basta recitar meras fórmulas, pues Dios no quiere un culto solo externo, quiere nuestra intimidad. San Cipriano, Tratado sobre el Padrenuestro. tomado de Hablar con Dios
Oración
Padre nuestro. Padre de todos nosotros, hombres y mujeres que vivimos hoy porque somos tus hijos. Renovamos ahora nuestra fe en ti, que desde tu cielo vigilas atento sobre nosotros; nuestra confianza en tu nombre santo, Dios paterno y materno; el propósito de secundar laboriosos sobre nuestra tierra tu voluntad, que baja del cielo. Te estamos agradecidos porque cada día nos ofreces, para que nos saciamos, el viático del sustento de tu amor repleto de energía. Reconocemos que no somos acreedores tuyos, sino sólo deudores respecto a ti, en cuanto pecadores, y te garantizamos que aprenderemos de ti a olvidar, apaciguados, las deudas de nuestros deudores. Nosotros, que caminamos por caminos accidentados de buscadas y súbitas tentaciones, te suplicamos que no nos abandones a la compañía del maligno. Amén.
Por si no los has visto
Tema #1: Introducción Al Libro De Apocalipsis – Curso de Apologética II