En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Señor, hoy me reconozco pecador ante ti, porque mi corazón está endurecido en el mal, a pesar de tu amor hacia mi. Abreme los ojos para ver como soy, el oído para escuchar tu llamada a la conversión, decidir con fuerza para dar a conocer tu palabra en todo tiempo y lugar.
Renuévame, Señor con tu Espíritu, para avanzar cada día en mi conversión, para crecer más y más como persona sin desanimarme para perseverar en la oración, la caridad y llenar mi corazón de amor para compartirlo con mi familia y con los demás. Amén.
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