El Corazón Inmaculado de María | Reflexión Evangelio 12 de junio – Memoria
MARÍA: SINCERIDAD Y SENCILLEZ
El Corazón Inmaculado de María
El Corazón Inmaculado de María
Reflexión Evangelio 12 de junio de 2021
Memoria
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Lc 2, 19)
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa la Virgen María, que guardaba la palabra de Dios y la meditaba en su corazón. R/.
EVANGELIO
Lucas 2, 41-51
María conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia». Él les respondió: «¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparrne en las cosas de mi Padre?».
Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
A mediodía, cuando las primeras horas del día comienzan a hacer sentir el peso de la fatiga, nuestra disponibilidad y generosidad se renuevan gracias a la contemplación del “sí” de María. Ese “sí” limpio y sin reservas se enraiza en el misterio de la libertad de María, libertad plena y total ante Dios, sin ninguna complicidad con el pecado, gracias al privilegio de su Inmaculada Concepción.
Este privilegio concedido a María, que la distingue de nuestra condición común, no la aleja, más bien al contrario la acerca a nosotros. Mientras que el pecado divide, nos separa unos de otros, la pureza de María la hace infinitamente cercana a nuestros corazones, atenta a cada uno de nosotros y deseosa de nuestro verdadero bien.
[…] como en todos los santuarios marianos, que multitudes inmensas llegan a los pies de María para confiarle lo que cada uno tiene de más íntimo, lo que lleva especialmente en su corazón. Lo que, por miramiento o por pudor, muchos no se atreven a veces a confiar ni siquiera a los que tienen más cerca, lo confían a Aquella que es toda pura, a su Corazón Inmaculado: con sencillez, sin fingimiento, con verdad.
Ante María, precisamente por su pureza, el hombre no vacila a mostrarse en su fragilidad, a plantear sus preguntas y sus dudas, a formular sus esperanzas y sus deseos más secretos. El amor maternal de la Virgen María desarma cualquier orgullo; hace al hombre capaz de verse tal como es y le inspira el deseo de convertirse para dar gloria a Dios.
Sinceridad y Sencillez
María nos muestra de este modo la manera adecuada de acercarnos al Señor. Ella nos enseña a acercarnos a Él con sinceridad y sencillez. Gracias a Ella, descubrimos que la fe cristiana no es un fardo, sino que es como una ala que nos permite volar más alto para refugiarnos en los brazos de Dios.
En María, la Iglesia puede ya contemplar lo que ella está llamada a ser. En Ella, cada creyente puede contemplar desde ahora la realización cumplida de su vocación personal. Que cada uno de nosotros permanezca siempre en acción de gracias por lo que el Señor ha querido revelar de su designio salvador a través del misterio de María. (Papa Emérito Benedicto XVI. Ángelus. Prairie, Lourdes. Domingo 14 de septiembre de 2008)
El Corazón Inmaculado de María
Para la reflexión personal
Al considerar el esplendor y la santidad del Corazón Inmaculado de María, podemos examinar hoy nuestra propia intimidad: si estamos abiertos y somos dóciles a las gracias y a las inspiraciones del Espíritu Santo, si guardamos celosamente el corazón de todo aquello que le pueda separar de Dios, si arrancamos de raíz los pequeños rencores, las envidias… que tienden a anidar en él. tomado de Hablar con Dios
Oración
Danos la valentía para decir «no» a los engaños del poder, del dinero y del placer; a las ganancias ilícitas, a la corrupción y a la hipocresía, al egoísmo y a la violencia. «No» al Maligno, príncipe engañador de este mundo. «Sí» a Cristo, que destruye el poder del mal con la omnipotencia del amor. Sabemos que sólo los corazones convertidos al Amor, que es Dios, pueden construir un futuro mejor para todos. Como peregrinos confiados, acudimos una vez más
a esta fuente, al manantial de tu Corazón inmaculado, para encontrar en ella fe y consuelo, alegría y amor, seguridad y paz. Amén. (Papa Emérito Benedicto XVI. Viernes 8 de diciembre de 2006)
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