En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Quiero tener Señor la luz de vida y seguirte, te pido no caer en tentación, ya que nuestra vulnerabilidad humana nos lleva a lo incorrecto: el afán del dinero, el poder, fornicación, indecencia y libertinaje.
No quiero tener a Dios en un segundo plano, ni acciones que terminan deshumanizando al mundo en el que vivimos. Ahora hagamos examen de conciencia y seamos sinceros ¿Qué o quienés ocupan el primer lugar en tu corazón?.
Amén.