Evangelio del día | 13 de Junio | 10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Evangelio sábado 13 de junio
NO JUREN NI POR EL CIELO NI POR LA TIERRA.
Evangelio sábado 13 de junio de 2020
10ma. Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo A
Jurar ante Dios puede constituir incluso una expresión de fe en Quien está en todas partes, lo ve todo e interviene a favor de los justos. Pero, lamentablemente se da el fenómeno de la mentira. Por ser tan universal, origina la triste experiencia de que nadie se fíe de quienes hablan sin testigos. Por eso, los tribunales de justicia exigen siempre testigos; y, según los judíos, debían ser al menos dos. Jesús avisa sobre el abuso del juramento. Con sus advertencias, aboga en la línea de que las relaciones humanas queden marcadas por la confianza recíproca. Basta con ser claros y sinceros. La sinceridad es comparable con la transparencia. Un cristal es transparente cuando está limpio. Una persona es transparente cuando es pura y no tiene segundas intenciones. Ser así requiere valor. Los psicólogos dicen que la mayor parte de las mentiras estás dictadas por el miedo. Si persiste el miedo, la mentira puede degenerar en una mala costumbre, un modo de esconderse. Jesús, por el contrario, promueve la luz, la claridad, la transparencia.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 118, 36.29
R/. Aleluya, aleluya.
Inclina, Dios mío, mi corazón a tus preceptos y dame la gracia de cumplir tu voluntad. R/.
EVANGELIO
Les digo que no juren ni por el cielo ni por la tierra.
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 33- 37
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso y le cumplirás al Señor lo que le hayas prometido con juramento. Pero yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es donde él pone los pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey.
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro uno solo de tus cabellos. Digan simplemente sí, cuando es sí; y no, cuando es no. Lo que se diga de más, viene del maligno».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- ¿Cómo es mi observancia de la ley?
- Alguna vez, ¿he experimentado en mi vida algo de la bondad gratuita de Dios?
- ¿Nos cuesta mucho abandonarnos en manos de Dios?
- ¿Somos capaces de dejarlo todo por Él?
- ¿Se nos va la fuerza por la boca cuando juramentamos algo que luego no podemos cumplir?
Oración
¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Amén.