Evangelio del día | 27 de Junio | 12º Semana del Tiempo Ordinario

LA FUERZA QUE TIENE LA PALABRA DE JESÚS
Evangelio sábado 27 de junio

Evangelio sábado 27 de junio de 2020
Décima segunda semana
Tiempo Ordinario / Ciclo A

El cariño es especialista en suprimir diferencias, superar distancias y clases sociales, igualar a las personas, y tender puentes.  Esto lo sabe apreciar Jesús. No se sabe quién estaba ayudando a quién: si el centurión al pedir la curación de aquel enfermo, o el enfermo haciendo que el centurión se encuentre con Jesús de Nazareth, de modo que ponga en evidencia su fe, su esperanza, su confianza en aquel profeta de Galilea. A quien considera con mucha autoridad, como para curar a distancia. Probablemente no conocía gran cosa sobre Jesús, ni su mensaje. Seguramente no encaja en lo que nosotros llamaríamos «un creyente». Pero confía, sabe que aquel Maestro tiene una fuerza especial, que podría hacer algo por él.

Este capitán sabe mucho y confía mucho. Sabe que la Palabra de Jesús tiene autoridad, incluso sobre la enfermedad, la suya es una palabra con fuerza salvadora y sanadora, que está cargada de vida. Eso le basta. Es una palabra capaz de «transformar», de«cambiarnos», de hacernos mejores. Con esta fe debiéramos acercarnos siempre a la Palabra: tanto en la Liturgia, como en la oración personal. Me hace recordar aquellas otras palabras de María: «Que se haga en mí tu Palabra» Esta es la cosa: nuestra fe en el Señor es lo que cambia y lo que nos cambia. Y es lo que nos falta. El Señor hoy nos lo pone como ejemplo.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.

Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.

EVANGELIO

Muchos vendrán de oriente y de occidente
y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob
en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo 8, 5-17

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: «Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre mucho». Él le contestó: «Voy a curarlo».
Pero el oficial le replicó: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: ‘¡Ve!’, él va; al otro: ‘¡Ven!’, y viene; a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace».

Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: «Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación». Jesús le dijo al oficial romano: «Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo que has creído». Y en aquel momento se curó el criado.

En la Casa de Pedro

Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirles. Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P..
La Palabra de Cristo es poderosa y eficaz porque es expresión de su Ser y porque no tiene el obstáculo de la incoherencia, del engaño y de la mentira.
Para la reflexión personal
  • Compara la imagen que tú tienes de Jesús con la del centurión y de la gente que iba detrás de Jesús.
  • La Buena Nueva de Jesús no es, en primer lugar, una doctrina o una moral, ni un rito o un conjunto de normas, sino una experiencia profunda de Dios que responde a lo que el corazón humano desea. La Buena Nueva de Jesús ¿cómo repercute en ti, en tu vida y en tu corazón? 
Oración

Que ojalá el Señor nos dirija también a nosotros, cuando oramos con sinceridad y humildad, las mismas palabras que dirigió al centurión: “Que se cumpla lo que has creído.” Y que el Dios todopoderoso les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

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