Evangelio del día | 3 de Junio | 9na. Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio miércoles 3 de junio
DIOS NO ES DIOS DE MUERTOS

Evangelio miércoles 3 de junio de 2020
9na. Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo A

Él nos pide fe y adhesión. Me pregunto si la cuestión de los saduceos no es una justificación para eludir la responsabilidad de profundizar en la fe en el Cristo de la vida. Podemos percibir en el evangelio que la pregunta de los saduceos carece de sentido del dolor, del luto, de la despedida, de la fractura humana que se produce cuando alguien cercano a nosotros fallece. Y la suerte de los difuntos no es lo primordial. A ellos, que ya están descansando, hay que dejarlos en manos de Dios. Lo principal es cómo consolar, y ser las manos y la voz del consuelo de Dios, para los que han sufrido una pérdida importante en sus vidas. Por eso, Jesús incide en que Dios es un Dios de vivos. No podemos dejarlos en la soledad. Con un corazón quebrado, es más difícil ver a Dios en la vida. Es necesario, ponernos en el camino del doliente, y reavivar en ellos la esperanza y el don de Dios.
Oremos, por cuantos han perdido a sus seres queridos, y no han podido despedirse por motivos de esta pandemia. Que el Señor los consuele en su soledad y reavive su esperanza.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 11, 25. 26
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí no morirá para siempre. R/.

EVANGELIO

Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 18-27

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete».

Jesús les contestó: «Están en un error, porque no entienden las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Para la reflexión personal

  • ¿Cuál es hoy el sentido de esta frase: “Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos”?
  • ¿Creo en la resurrección? ¿Qué significa para mí: “creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna”? 

Oración

Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura. Amén.

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