Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote | Evangelio del día
Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
Evangelio jueves 4 de junio
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote
Evangelio jueves 4 de junio de 2020
9na Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo A
El autor de la Carta a los hebreos conocía al dedillo los rituales y ceremonias que se habían realizado durante muchos siglos en el templo de Jerusalén. Con gran habilidad establece una comparación entre los antiguos sacerdotes y el nuevo sacerdote; entre las antiguas víctimas y la nueva víctima perfecta: Jesucristo. Tal como lo afirma también el mismo Señor Jesús en la narración de la Institución de la Eucaristía, él entrega su carne y sangre, es decir, su vida entera por sus discípulos. Enfrenta su próxima muerte con la esperanza segura de quien sabe que, participará en el banquete definitivo cuando resplandezca con plena fuerza el Reinado de Dios. Quienes participamos del banquete eucarístico quedamos comprometidos -según afirma la Carta a los hebreos- a purificarnos internamente de toda nuestra maldad.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 42, 1
R/. Aleluya, aleluya.
Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. R/.
EVANGELIO
Hagan esto en memoria mía.
Del santo Evangelio según san Lucas: 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: «Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios». Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios».
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- Doy gracias por los sacerdotes de mi parroquia?
- Oro por los sacerdotes de Cristo?
- Que hago para tomar conciencia de que somos Iglesia, SOMOS SU CUERPO, y nos ofrece junto con Él?
Oración
Señor Jesús, tú que has entregado tu vida por nosotros y que has querido perpetuar tu sacrificio en la cruz, a través del sacrificio de la Eucaristía, haz que nosotros participemos siempre con entusiasmo en el banquete en que nos alimentas y con el que nos haces dignos de participar de tu vida divina y del don perpetuo que el Padre nos hace en esta vida como arras de la vida futura.