Lecturas del día | 13 de Agosto | 19º Semana – Tiempo Ordinario
PERDONA HASTA SETENTA VECES SIETE
Lecturas jueves 13 de agosto
Lecturas jueves 13 de agosto de 2020
Décima novena semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
PRIMERA LECTURA
Emigra en pleno día, ante la vista de todos.
Del libro del profeta Ezequiel 12, 1-12
El Señor me habló y me dijo: «Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde: tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son un pueblo rebelde.
Ahora, pues, hijo de hombre, prepara tus cosas como quien va al destierro y vete de día, ante la vista de todos, a ver si se dan cuenta de que son un pueblo rebelde. Arregla tus cosas como quien va al destierro, de día, ante la vista de todos y sal por la tarde, a la vista de todos, como salen los desterrados. Haz, a la vista de todos, un agujero en la pared y sal por ahí. Ante la vista de todos, échate tus cosas al hombro y sal en la oscuridad; cúbrete la cara para no ver el país, porque te he convertido en una señal para el pueblo de Israel».
Hice, pues, lo que el Señor me había ordenado: de día preparé mis cosas como quien va al destierro; por la tarde hice un agujero en la pared, con la mano, y salí en la oscuridad, con mis cosas al hombro, ante la vista de todos.
A la mañana siguiente, el Señor me habló y me dijo: «Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado el pueblo de Israel, ese pueblo rebelde, qué era lo que estabas haciendo?
Pues anúnciales: ‘Esto dice el Señor: Estas palabras se refieren al príncipe que está en Jerusalén y a todo el pueblo de Israel, que vive en la ciudad’. Diles: ‘Yo soy una señal para ustedes: lo que yo he hecho, eso harán con ustedes: irán cautivos al destierro y su príncipe, con sus cosas al hombro, saldrá en la oscuridad; perforarán una pared para que pueda salir y él se cubrirá la cara para no ver el país con sus ojos’ «.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 77, 56-57. 58-59. 61-62.
R/. Perdona a tu pueblo, Señor.
Los israelitas provocaron al Dios altísimo y se rebelaron contra él, negándose a guardar sus preceptos. R/.
Desertaron y lo traicionaron, como sus padres, fallaron como un arco mal hecho. R/.
En sus colinas lo encolerizaban, con sus ídolos provocaban sus celos. Dios lo oyó y se indignó y rechazó totalmente a Israel. R/.
Mandó sus soldados al cautiverio y el arca de la alianza, a las manos enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 118. 135
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir tus mandamientos. R/.
EVANGELIO
No te digo que perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Del santo Evangelio según san Mateo 18, 21 – 19, 1
En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: «Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonado? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contestó: «No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete».
Entonces Jesús les dijo: «El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado.
Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’. Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano». Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la región de Judea que queda al otro lado del Jordán. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión a las Lecturas jueves 13 de agosto