Lecturas del día | 30 de mayo | Mes de María

LECTURAS SÁBADO 30 DE MAYO
MES DE MARÍA

Lecturas sábado 30 de mayo de 2020
7ma. Semana de Pascua / Ciclo A

PRIMERA LECTURA

Pablo permaneció en Roma y predicaba el Reino de Dios.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 28, 16-20. 30-31

En aquellos días, cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular, con un soldado de guardia. Tres días después de su llegada, convocó a los judíos principales, y una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, sin haber hecho nada en contra de mi pueblo, ni de las tradiciones de nuestros padres, fui preso en Jerusalén y entregado a los romanos.

Ellos, después de interrogarme, querían ponerme en libertad, porque no encontraron en mí nada que mereciera la muerte. Pero los judíos se opusieron y tuve que apelar al César, sin pretender por ello acusar a mi pueblo. Por esta razón he querido verlos y hablar con ustedes, pues llevo estas cadenas a causa de la esperanza de Israel».

Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; ahí recibía a todos los que acudían a él, predicaba el Reino de Dios y les explicaba la vida de Jesucristo, el Señor, con absoluta libertad y sin estorbo alguno. 
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 10, 4. 5. 7
R/. El Señor verá a los justos con complacencia. Aleluya.

Desde su santo templo allá en el cielo, donde tiene su trono y su morada, los ojos del Señor miran al mundo y examina a los hombres su mirada. R/.

Examina a inocentes y malvados y aborrece al que ama la violencia. Pues es justo el Señor y ama lo justo, a los justos verá con complacencia. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 16, 7.13
R/. Aleluya, aleluya.

Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y él los irá guiando hasta la verdad plena, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Éste es el discípulo que ha escrito estas cosas,
y su testimonio es verdadero.
Del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25

En aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: «Sígueme». Pedro, volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había preguntado: ‘Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?’. Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ¿qué va a pasar con éste?». Jesús le respondió: «Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú, sígueme».

Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: ‘Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?’.
Éste es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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