Lecturas sábado 14 de noviembre | 32º Semana | Tiempo Ordinario – Año Par

ORAR SIN DESANIMARSE
Lecturas sábado 14 de noviembre

Lecturas sábado 14 de noviembre 2020
Trigésima segunda semana / Tiempo Ordinario
Año Par.

PRIMERA LECTURA

3 Juan 5-8
Debemos ayudar a los hermanos, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad.

Lectura de la tercera carta del apóstol san Juan

Querido hermano:
En todo lo que has hecho por los hermanos, y eso que son forasteros, te has portado como verdadero cristiano. Ellos han elogiado públicamente ante esta comunidad el amor con que los has tratado.

Harás bien en ayudarlos de una manera agradable a Dios con lo que necesitan para su viaje, pues ellos se han puesto en camino por Cristo, sin aceptar nada de los paganos. Debemos, pues, ayudar a esos hermanos nuestros, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
salmo 111, 1-2. 3-4. 5-6

R/. Dichosos los que temen al Señor.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos. R/.

Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. R/.

Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tes 2,14
R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.

EVANGELIO

San Lucas 18, 1-8
Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:

«En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: «Hazme justicia contra mi adversario». Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: «Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando» «.

Dicho esto, Jesús comentó: «Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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