Martes Tercera Semana de Pascua | Reflexión al Evangelio – Ciclo A, B y C
DANOS SIEMPRE DE ESTE PAN
Martes Tercera Semana de Pascua
Martes Tercera Semana de Pascua
Reflexión al Evangelio 20 de abril de 2021
Ciclo A, B y C
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 6, 35)
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor; el que viene a mí no tendrá hambre. R/.
EVANGELIO
Juan 6, 30-35
No fue Moisés, sino mi Padre, quien les da el verdadero pan del cielo.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: «¿Qué señal vas a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo». Jesús les respondió: «Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Jesús les contesta: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed».
R/ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Se establece el paralelismo entre Moisés y Jesús, entre el pan que no sacia y el pan que da vida eterna, entre el pan con minúscula y el Pan con mayúscula. A partir de la experiencia de la multiplicación y del recuerdo histórico del maná, Jesús conduce a sus oyentes hacia la inteligencia más profunda del Pan que Dios les quiere dar, que es él mismo, Jesús.
Si en el desierto el maná fue la prueba de la cercanía de Dios para con su pueblo, ahora el mismo Dios quiere dar a la humanidad el Pan verdadero, Jesús, en el que hay que creer. Siempre es parecido el camino: de la anécdota de un milagro hay que pasar a la categoría del «yo soy». Aquí, al «yo soy el pan de vida».
Nosotros tenemos la suerte de la fe. E interpretamos claramente a Jesús como el Pan de la vida, el que nos da fuerza para vivir. El Señor, ahora Glorioso y Resucitado, se nos da él mismo como alimento de vida.
Anunciar al Pan de Vida
Aquella gente del evangelio, sin saberlo bien, nos han dado la consigna para nuestra oración. Podemos decir como ellos, en nombre propio y de toda la humanidad: «danos siempre de este Pan». Y no sólo en el sentido inmediato del pan humano, sino del Pan verdadero que es Cristo mismo.
Pero los cristianos no nos tendríamos que conformar con saciarnos nosotros de ese Pan. Deberíamos «distribuirlo» a los demás: deberíamos anunciar a Cristo como el que sacia todas las hambres que podamos sentir los humanos. Deberíamos conducir a todos los que podamos, con nuestro ejemplo y testimonio, a la fe en Cristo y a la Eucaristía. El pan que baja del cielo y da vida al mundo. (José Aldazabal. Enséñame tus Caminos. El Tiempo Pascual Día tras Día. , Vol. 3, CPL, Barcelona, 1999)
Reflexión Evangelio Martes Tercera Semana de Pascua
Para la reflexión Personal
Qué estupenda jaculatoria para repetirla muchas veces: «Señor, para mí nada quiero. —Todo para tu gloria y por Amor». Nos ayudará a vivir el desprendimiento de tantas cosas y a rectificar la intención en muchas ocasiones. San Josemaría Escrivá, Camino, n. 783. Hablar con Dios
Oración
Señor, qué tímida es mi fe cuando la comparo con la de Esteban. Qué frágil es mi caminar. En cada Eucaristía nos alimentas con el pan de vida de ti mismo. Danos siempre de este pan. Calma nuestra hambres mas profundas, para que seamos, igual que tu, pan para los que nos rodean. Ayúdame a no quedarme prisionero de mi vivir tranquilo. a discernir. Ayúdame a no desertar de la tarea de ser tu testigo. Amén.
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