Reflexión al Evangelio 13 de octubre | 28º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par
EL GOZO DEL DON
Reflexión Evangelio 13 de octubre
Reflexión Evangelio martes 13 de octubre de 2020
Vigésima octava semana / Tiempo Ordinario
Año Par
Introducción
No podemos quedar satisfechos dando sólo dinero; el dinero no es suficiente pues se puede encontrar en otra parte. Los pobres tienen necesidad de nuestras manos para ser servidos, y de nuestros corazones para ser amados. La religión de Cristo es el amor, el contagio del amor.
Los que pueden llevar una vida cómoda sin duda que tienen sus razones. Pueden habérsela ganado con sus trabajos; yo sólo monto en cólera frente al despilfarro, los que echan a la basura lo que podría sernos de utilidad. La dificultad está en que, muy a menudo, los ricos e incluso la gente que vive cómodamente, no saben verdaderamente qué son los pobres; por eso podemos perdonarlos, porque el conocimiento sólo puede conducir al amor, y el amor al servicio. Es porque no les conocen que no se conmueven por ellos.
Por amor procuro dar a los pobres lo que los ricos no podrían obtener con dinero. Ciertamente, no tocaré a un leproso ni por un millón, pero lo cuidaré gustosamente por el amor de Dios. (Santa Teresa de Calcuta)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Hb 4, 12
R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón, R/.
EVANGELIO
San Lucas 11, 37-41
Den limosna, y todo lo de ustedes quedará limpio.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: «Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¡Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- ¿Dónde tengo yo el corazón cuando observo los preceptos de la ley de Dios o practico los ritos de la vida cristiana?
- ¿Cómo practico el diálogo en familia, en el trabajo y en la comunidad?
Oración
Señor, Dios nuestro, Jesús tocó a los muertos y a los leprosos impuros para resucitarlos y curarlos. Te pedimos que nosotros no tengamos miedo de ensuciarnos las manos por ayudar a la gente, sino de manchar nuestro corazón con el pecado, de manchar nuestras lenguas con la mentira, de difamar el buen nombre de nuestros hermanos, de pelearnos con ellos, herirlos y ofenderlos. Amén.