Reflexión al Evangelio 14 de agosto | San Maximiliano Kolbe, Presbítero y mártir – Memoria

EL AMOR DE DIOS
Padre Maximiliano Kolbe

Reflexión al Evangelio
Memoria de San Maximiliano María Kolbe
Presbírtero y mártir
Viernes 14 de agosto de 2020
Décima novena semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A

Introducción

Dios quiere que hombre y mujer sean una sola carne, que no se separen jamás, sino que vivan fundamentados en el amor y la alianza de vida. Es evidente que hoy, como ayer, el amor y la fidelidad son necesarios. Pero también es evidente que las personas fracasan en sus proyectos de vida. Y la Iglesia no puede dejar de atender a las situaciones especiales. Por eso, no podemos aceptar la interpretación de textos sagrados que justifique de un modo u otro la dominación de la mujer por parte del varón. ¡Es inaceptable!

La fidelidad absoluta propuesta por Jesús para el matrimonio y en el matrimonio no debe ser vista como ley, sino vivida como Evangelio, dentro del gran misterio de Dios hacia la humanidad. Celebrando la memoria de San Maximiliano María Kolbe, que vivió por la conversión de los pecadores y murió para salvar la vida de un padre de familia, pidamos su intercesión por todas las familias que están viviendo situaciones difíciles.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Ts 2, 13
R/. Aleluya, aleluya.

Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina, tal como es en realidad. R/.

EVANGELIO

Por la dureza de su corazón, Moisés les permitió
divorciarse de sus esposas; pero al principio no fue así.
Del Evangelio según san Mateo 19, 3-12

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: “¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?”. Él les respondió: “¿No han leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne?’. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Ellos insistieron: “¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?”.

Él les contestó: “Por lo tercos que son les permitió Moisés divorciarse de sus mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora les digo yo que, si uno se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete adulterio”. Los discípulos le replicaron: “Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse”. Pero Él les dijo: “No todos pueden con eso, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga”.
Palabra del Señor. Gloria a tí Señor

Fray Nelson Medina, O.P.
El amor de Dios
El amor de Dios es alianza y es transformante; no es superficial, ni es simplemente una caja de respuestas a tus necesidades o caprichos.
Para la reflexión personal
  • ¿Hemos querido acomodar los designios de Dios a nuestra medida?
  • ¿Cuestionamos la voluntad divina cambiándola a nuestro parecer?
  • ¿Sabemos acoger la enseñanza de Jesús en lo que se refiere al matrimonio con ánimo sencillo sin adaptarlo a nuestras legítimas elecciones y conveniencia?
Oración

Dios Padre Todopoderoso, por medio de tu Hijo Jesús, que nos llama sus amigos, y con la ayuda de la intercesión de San Maximiliano, haz nuestro amor tan fuerte como la vida y la muerte. Que el amor tenga siempre la última palabra en nosotros y que lo compartamos gratuitamente como tú.
Haz que nos amemos unos a otros como tu Hijo nos amó. Amén

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