Reflexión al Evangelio | 25 de septiembre | 25º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par
JESÚS NO ES UNA SIMPLE CONVICCIÓN
Reflexión Evangelio 25 de septiembre
Reflexión al Evangelio viernes 25 de septiembre de 2020
Vigésima quinta semana / Tiempo Ordinario
Año Par
Introducción
Hay que reconocer que uno de los efectos más graves de la secularización [de la sociedad] consiste en tener la fe cristiana relegada, al margen de la existencia, como si fuera inútil por lo que se refiere al desarrollo concreto de la vida de los hombres. El fracaso de la manera de vivir “como si Dios no existiera” está ahora a la vista de todos. Hoy es necesario redescubrir que Jesucristo no es una simple convicción privada o una doctrina abstracta, sino una persona real, cuya inserción en la historia es capaz de renovar la vida de todos.
Por esto la eucaristía, como fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia, se debe traducir en espiritualidad, en vida “según el Espíritu” (Rm 8,4; Gal 5,16.25). Y es significativo que san Pablo, en el pasaje de la carta a los Romanos en la que invita a vivir un nuevo culto espiritual, recuerde, al mismo tiempo, la necesidad de un cambio en la manera de vivir y de pensar: “No os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto” (12,2).
De esta manera, el apóstol de los gentiles subraya la relación entre el verdadero culto espiritual (Rm 12,1) y la necesidad de una nueva manera de percibir la existencia y de conducirse en la vida.
Renovar su manera de pensar es parte integrante de la forma eucarística de la vida cristiana “para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero de todo viento de doctrina” (Ef 4,14). (Benedicto XVI, papa emérito, Exhortación apostólica Sacramentum Caritatis, 77.)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Me 10, 45
R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.
EVANGELIO
San Lucas 9, 18-22
Tú eres el Mesías de Dios. – Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha resucitado».
Él les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Respondió Pedro: «El Mesías de Dios». Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie. Después les dijo: «Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- Jesús nos pregunta a cada uno de nosotros hoy no lo que otros dicen sobre él, sino ¿quién es él para nosotros y qué significa para nosotros?
- ¿estoy esperando un mesías resuelve-todo? ¿qué tipo de mesías piensas que es Jesús?
Oración
En tu sabiduría infinita tú ordenas el curso del tiempo y diriges al mundo y al pueblo a su destino que acaba en ti. Tú todo lo haces bien. Haznos ver con los ojos de la fe las oportunidades que tú nos das en cada momento. Ayúdanos a usar nuestro tiempo y nuestra vida y todos tus buenos dones
para, piedra a piedra, construir tu reino, hasta que tú lo completes en tu buena Hora. Amén.