Reflexión al Evangelio | 4 de septiembre | 22º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

CAMBIAR LOS ODRES
Reflexión Evangelio 4 de septiembre

Reflexión al Evangelio
Viernes 4 de septiembre de 2020
Vigésima segunda semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

La fe en Cristo no nos pide que hagamos algunos pequeños cambios de fachada, que remendemos un poco el traje viejo, o que aprovechemos los odres viejos en que guardábamos el vino anterior. La fe en Cristo pide traje nuevo y odres nuevos. Jesús rompe moldes. Lo que Pablo llama “revestirse de Cristo Jesús” no consiste en unos parches y unos cambios superficiales. A los apóstoles les costó ir madurando en la nueva mentalidad de Jesús.

Nosotros estamos rodeados de una ideología y una sensibilidad neopagana. También debemos ir madurando: el vino nuevo de Jesús nos obliga a cambiar los odres. El vino nuevo implica actitudes nuevas, maneras de pensar propias de Cristo, que no coinciden con las de este mundo. Son cambios de mentalidad, profundos. No de solos retoques externos. En muchos aspectos son incompatibles el traje de este mundo y el de Cristo. Por eso cada día escuchamos, en la misa, la doctrina nueva de Jesús y a recibir su vino nuevo.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.

EVANGELIO

Vendrá un día en que les quiten al esposo y entonces sí ayunarán.
Del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: «¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?».

Jesús les contestó: «¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí ayunarán».

Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echado en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues dice: ‘El añejo es mejor’ «. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Evangelio 4 de septiembre

Fray Nelson Medina, O.P.
Aprender a discernir
Cuando buscamos al Señor de corazón nuestra conciencia se ilumina, aprendemos a discernir y empezamos a obrar con convicción.
Para la reflexión personal
  • ¿Cómo entender hoy la frase de Jesús: “No colocar remiendo del paño nuevo en vestido viejo”?
  • ¿Qué mensaje sacas de todo esto para tu vida y para tu comunidad? 
Oración

Padre amado, no permitas que nos asfixiemos contentándonos solamente con los viejos hábitos y las actitudes perezosas. Ayúdanos a aceptar el dolor de tener que dejar atrás lo que nos es familiar y ábrenos al reto del Evangelio para que nos parezcamos más a tu Hijo que guía nuestros pasos vacilantes. Amén.

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