Reflexión al Evangelio | 5 de Agosto | 18º Semana – Tiempo Ordinario
LA FE IMPLICA ELECCIÓN, HUMILDAD Y CONFIANZA
Reflexión Evangelio 5 de agosto
Reflexión al Evangelio miércoles 5 de agosto de 2020
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SANTA MARÍA
Décima octava semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
Introducción
La fuerza interior de esta mujer, que permite superar todo obstáculo, hay que buscarla en su amor materno y en la confianza de que Jesús puede satisfacer su petición. Y esto me hace pensar en la fuerza de las mujeres. Con su fortaleza son capaces de obtener cosas grandes. ¡Hemos conocido muchas! Podemos decir que es el amor lo que mueve la fe y la fe, por su parte, se convierte en el premio del amor. Esta humilde mujer es indicada por Jesús como ejemplo de fe inquebrantable. Su insistencia en invocar la intervención de Cristo es para nosotros estímulo para no desanimarnos, para no desesperar cuando estamos oprimidos por las duras pruebas de la vida. El Señor no se da la vuelta ante nuestras necesidades y, si a veces parece insensible a peticiones de ayuda, es para poner a prueba y robustecer nuestra fe. (…) nos ayuda a entender que todos tenemos necesidad de crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús.
Él puede ayudarnos a encontrar la vía cuando hemos perdido la brújula de nuestro camino; cuando el camino no parece ya plano sino áspero y arduo; cuando es fatigoso ser fieles con nuestros compromisos. Es importante alimentar cada día nuestra fe, con la escucha atenta de la Palabra de Dios, con la celebración de los Sacramentos, con la oración personal (…) y con actitudes concretas de caridad hacia el prójimo. (Angelus 20 de agosto de 2017, Papa Francisco)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7,16
R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
EVANGELIO
Mujer, ¡qué grande es tu fe!
Del santo Evangelio según san Mateo 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: «Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio». Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: “Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros». Él les contestó: «Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel».
Ella se acercó entonces a Jesús y, postrada ante él, le dijo: «¡Señor, ayúdame!». Él le respondió: «No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos». Pero ella replicó: «Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos». Entonces Jesús le respondió: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas». Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
- A la luz de la Palabra de Dios, que nos invita a romper nuestra cerrazón y nuestros pequeños esquemas. ¿Somos capaces de acoger a todos los hermanos que se acercan a nosotros?
- ¿No será que hemos ido bebiendo ideas, valoraciones, conceptos que envenenan el alma y nos alejan de la fuente de donde brota el amor, especialista en suprimir diferencias?
Oración
Encomendémonos al Espíritu Santo para que Él nos ayude a perseverar en la fe. La Virgen María nos haga cada vez más conscientes de nuestra necesidad del Señor y de su Espíritu; nos obtenga una fe fuerte, plena de amor, y un amor que sabe hacerse súplica, súplica valiente a Dios. (Papa Francisco)