Reflexión al Evangelio 8 de agosto | Santo Domingo de Guzmán – Memoria
BUSCAR LA VERDAD EN NUESTRO INTERIOR
Presbítero, Santo Domingo de Guzmán
Reflexión Memoria de Santo Domingo de Guzmán, Presbítero
Sábado 8 de agosto de 2020
Décima octava semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
Introducción
La fiesta de un santo no es solamente un recuerdo del pasado. Implica también el compromiso con el presente y nos exige una respuesta sobre la fidelidad a la gracia que nos fue dada con tanta generosidad. Domingo de Guzmán nos recuerda que en el corazón de la Iglesia debe arder siempre un fuego misionero, que empuja, como a él, a buscar nuevos horizontes en nuestras vidas, en nuestras relaciones humanas, en nuestros compromisos cristianos, donde estamos y donde vivimos… para llevar el anuncio del Evangelio: ¡es Cristo, de hecho, el bien más precioso que los hombres y las mujeres de todo tiempo y de todo lugar tienen el derecho de conocer y amar! (O.P)
(…)Los que quieren amar a Jesús, a menudo no arriesgan demasiado en la fe y no se confían totalmente a Él. Pero ¿por qué esta falta de fe? Creo que es el corazón, que no se abre, el corazón cerrado, el corazón que quiere tener todo bajo control. (…)Todos nosotros tenemos un poco de incredulidad en el interior. Es necesaria una oración fuerte, y esta oración humilde y fuerte hace que Jesús pueda hacer el milagro. La oración para pedir un milagro, para pedir una acción extraordinaria, debe ser una que involucre, que nos involucre a todos (cf. Papa Francisco. Homilía en Santa Marta, 20-05-2013).
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGEUO Cfr. 210m 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
EVANGELIO
Si ustedes tienen fe, nada les será imposible.
Del santo Evangelio según san Mateo 17, 14-20
En aquel tiempo, al llegar Jesús a donde estaba la multitud, se le acercó un hombre, que se puso de rodillas y le dijo: «Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas, en el agua. Se lo traje a tus discípulos, pero no han podido curarlo».
Entonces Jesús exclamó: «¿Hasta cuándo estaré con esta gente incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré que aguantarla? Tráiganme aquí al muchacho». Jesús ordenó al demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento éste quedó sano.
Después, al quedarse solos con Jesús, los discípulos le preguntaron: «¡Por qué nosotros no pudimos echar fuera a ese demonio?». Les respondió Jesús: «Porque les falta fe. Pues yo les aseguro que si ustedes tuvieran fe al menos del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese monte: ‘Trasládate de aquí para allá’, y el monte se trasladaría. Entonces nada sería imposible para ustedes».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús
Para la reflexión personal
- ¿Descubrimos nuestro camino de relación con Jesús y con los demás recurriendo a la fuerza de la fe?
- ¿Te sientes comprometido cada día en trasladar las montañas de tu corazón que se interponen entre tu egoísmo y la voluntad de Dios?
Oración
Señor Jesús, que la vida de Domingo de Guzmán nos empuje a todos, a ser fervientes en la oración, valientes en vivir la fe, profundamente comprometidos con tu Palabra. Y que, por su intercesión, nos enriquezca siempre a la Iglesia con auténticos predicadores del Evangelio.