Reflexión al Evangelio sábado 11 de Julio | Memoria de San Benito, Abad
TEMER A LOS QUE PUEDEN MATAR EL ALMA
Reflexión al Evangelio sábado 11 de Julio
Reflexión al Evangelio sábado 11 de julio de 2020
Memoria de San Benito, Abad
Décima cuarta semana / Tiempo Ordinario
Ciclo A
Es muy triste ver que, personas que se dicen cristianas, en esos momentos, por quedar bien con quienes están ahí, toman posturas que ofenden al Señor y degradan con ello nuestra vida cristiana. Nuestro verdadero enemigo es Satanás. Cuando nosotros no respondemos en un tono y sentido evangélico, a quien le seguimos el juego es al Demonio. Si perdemos el trabajo o una amistad, nada importa; pero si perdemos la vida eterna, estaremos perdidos para toda la eternidad. Jesús, al respecto, decía: «Más te vale entrar cojo o manco o tuerto al Cielo, que con todos tus miembros ser arrojado al lugar del castigo». Es necesario que el cristiano de este siglo, tome con seriedad una postura ante Jesús y el mundo: O con Cristo o contra él. De esta decisión depende nuestra vida eterna y nuestra felicidad en este mundo. (Padre Ernesto María Caro)
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 P 4, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos; porque el Espíritu de Dios descansa en ustedes. R/.
EVANGELIO
No tengan miedo a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma.
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma.
Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo. ¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para la reflexión personal
• ¿Tengo miedo? ¿Miedo de qué? ¿Por qué?
• ¿Has sufrido o te han perseguido alguna vez por causa de tu compromiso con el anuncio de la Buena Nueva que Jesús nos envía?
Oración
¡Oh Dios!, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída; concede a tus fieles la verdadera alegría, para que, quienes han sido librados de la esclavitud del pecado, alcancen también la felicidad eterna.