Reflexión Evangelio 10 de marzo | Tercera Semana de Cuaresma – Miércoles
EL AMOR ES LA LEY SUPREMA
Reflexión Evangelio 10 de marzo
Reflexión Evangelio 10 de marzo
Miércoles 10 de marzo de 2021
Tercera Semana de Cuaresma
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 6, 63.68)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
Mateo 5, 17-19
El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el Reino de los cielos.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Hoy el tema es la actitud de Jesús respecto a la Ley judía. Él afirma: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud» (Mt 5, 17). Jesús, sin embargo, no quiere cancelar los mandamientos que dio el Señor por medio de Moisés, sino que quiere darles plenitud.
(…) Jesús propone a quien le sigue la perfección del amor: un amor cuya única medida es no tener medida, de ir más allá de todo cálculo. El amor al prójimo es una actitud tan fundamental que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si no queremos hacer las paces con el prójimo. Y dice así: «Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano» (vv. 23-24). Por ello estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos antes de manifestar nuestra devoción al Señor en la oración.
La raíz de la ley
De todo esto se comprende que Jesús no da importancia sencillamente a la observancia disciplinar y a la conducta exterior. Él va a la raíz de la Ley, apuntando sobre todo a la intención y, por lo tanto, al corazón del hombre, donde tienen origen nuestras acciones buenas y malas. Para tener comportamientos buenos y honestos no bastan las normas jurídicas, sino que son necesarias motivaciones profundas, expresiones de una sabiduría oculta, la Sabiduría de Dios, que se puede acoger gracias al Espíritu Santo. Y nosotros, a través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del Espíritu, que nos hace capaces de vivir el amor divino.
A la luz de esta enseñanza, cada precepto revela su pleno significado como exigencia de amor, y todos se unen en el más grande mandamiento: ama a Dios con todo el corazón y ama al prójimo como a ti mismo. (S.S. Papa Francisco. Ángelus. 16 de febrero de 2014)
Para la reflexión personal
«los corazones amantes aman los mandamientos y cuanto más difíciles, más dulces y agradables los encuentran porque complacen más al Amado y le dan más honor… El amante encuentra tanta suavidad en cumplirlos, que en nada encuentra más aliento que en la cruz, en la mortificación.» (San Francisco de Sales. Tratado del Amor de Dios)
Oración
Señor, en tu gran bondad nos has mostrado el camino a seguir para llegar a la meta de la eterna comunión contigo. Con frecuencia hemos preferido escuchar otras voces diferentes de la tuya, hemos querido abrir atajos para encontrar una felicidad pasajera. Enséñanos a caminar detrás de ti, Jesús, nuestro verdadero maestro, para que nuestra vida, renovada en la escuela de la caridad, testimonie al mundo el gozo del Evangelio. Amén.te
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