Reflexión Evangelio 13 de noviembre | 32º Semana | Tiempo Ordinario – Año Par

SIGAMOS LOS CAMINOS QUE ÉL NOS INDICA
Reflexión Evangelio 13 de noviembre

Reflexión Evangelio viernes 13 de noviembre de 2020
Trigésima segunda semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

Levantémonos, pues!; la Escritura no cesa de despertarnos diciéndonos: «Ha llegado la hora de despertarnos del sueño» (Rm 13,11). Abramos los ojos a la luz divina. Escuchemos atentamente la poderosa voz de Dios que cada día nos apremia diciéndonos: «Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón» (Sl 94,8). Y también: «El que tenga oídos para oír, que escuche lo que dice el Espíritu a las Iglesias» (Ap 2,7). Y ¿qué es lo que dice? «Venid, hijos, escuchadme, os enseñaré el temor del Señor» (Sl 33,12). «Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas» (Jn 12,35).

Buscando entre la multitud del pueblo a su obrero a quien dirige esta llamada, el Señor añade: «¿Hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad?» (Sal 33,13). Al escuchar esto si tú respondes: «Yo», y Dios te dice: «¿Quieres alcanzar la vida eterna?» Entonces «guarda tu lengua del mal y tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella» (Sal 33,14-15). Cuando hayáis hecho esto pondré mis ojos sobre vosotros y escucharé vuestras plegarias y «aún antes que me llaméis, os diré: Aquí estoy» (Is 58,9).

¿Hay algo más dulce, queridos hermanos que esta voz del Señor que nos invita? Fijaos bien cómo el Señor, en su ternura para con nosotros, nos indica el camino de la vida. Ceñidos con la fe y la práctica de las buenas obras, y guiados por el Evangelio, andemos por los caminos que nos señala para poder ser admitidos a contemplar al que nos llama a su reino (1Tes 2,12). Si queremos habitar en la mansión de su reino apresurémonos practicando las buenas obras, pues de lo contrario no llegaremos jamás. (San Benito de Nursia, abad, copatron de Europa. Regla, Prólogo, 8-22)


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

San Lucas 17, 26-37
Lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: «Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.

Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.

Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada». Entonces, los discípulos le dijeron: «¿Dónde sucederá eso, Señor?». Y él les respondió: «Donde hay un cadáver, se juntan los buitres». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
Lo esencial del amor y de la fe cristiana
Lo esencial del amor está en la obediencia a los mandamientos de Dios y lo esencial de la fe está en la Encarnación porque sin ella no sería posible la cruz, de ella depende nuestra redención.
Para la reflexión personal
  • Tanto “en los días de Noé”, como en “tiempos de Lot”, dice el Señor. ¿Sucede lo mismo en nuestros días, según nuestra experiencia diaria? ¿Actúo como Noé? ¿Cómo Lot? o ¿Cómo los demás?
  • ¿Descubro la presencia poderosa de Dios en medio de las calamidades agobiantes de nuestro días?
Oración

Señor salvador nuestro, somos tu pueblo en marcha que se esfuerza por llevar a cabo la tarea de dar forma a tu reino de amor y paz en este mundo. Cuando nos sentimos desalentados, temerosos o negligentes, haz que sigamos caminando hacia adelante con esperanza; haznos vigilantes en la oración, para que percibamos los signos de la venida de tu Hijo. Amén.

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