Reflexión Evangelio 19 de Enero | Semana II del Tiempo Ordinario, martes – Año Impar

LA OBSERVANCIA DEL SÁBADO
Reflexión Evangelio 19 de Enero

Reflexión Evangelio 19 de Enero
Martes 19 de enero de 2021
Semana II del Tiempo Ordinario, martes – Año Impar


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Ef 1, 1 7-1 8)
R/. Aleluya, aleluya.

Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R/.

EVANGELIO

Marcos 2, 23-28
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: «¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?».

Él les respondió: «¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros».

Luego añadió Jesús: «El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

59 (…) El domingo, pues, más que una « sustitución » del sábado, es su realización perfecta, y en cierto modo su expansión y su expresión más plena, en el camino de la historia de la salvación, que tiene su culmen en Cristo.

63. Cristo vino a realizar un nuevo « éxodo », a dar la libertad a los oprimidos. El obró muchas curaciones el día de sábado (cf. Mt 12,9-14 y paralelos), ciertamente no para violar el día del Señor, sino para realizar su pleno significado: « El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado » (Mc 2, 27).

Oponiéndose a la interpretación demasiado legalista de algunos contemporáneos suyos, y desarrollando el auténtico sentido del sábado bíblico, Jesús, « Señor del sábado » (Mc 2,28), orienta la observancia de este día hacia su carácter liberador, junto con la salvaguardia de los derechos de Dios y de los derechos del hombre.

Así se entiende por qué los cristianos, anunciadores de la liberación realizada por la sangre de Cristo, se sintieran autorizados a trasladar el sentido del sábado al día de la resurrección. En efecto, la Pascua de Cristo ha liberado al hombre de una esclavitud mucho más radical de la que pesaba sobre un pueblo oprimido: la esclavitud del pecado, que aleja al hombre de Dios, lo aleja de sí mismo y de los demás, poniendo siempre en la historia nuevas semillas de maldad y de violencia.

65. Por otra parte, la relación entre el día del Señor y el día de descanso en la sociedad civil tiene una importancia y un significado que están más allá de la perspectiva propiamente cristiana. En efecto, la alternancia entre trabajo y descanso, propia de la naturaleza humana, es querida por Dios mismo, como se deduce del pasaje de la creación en el Libro del Génesis (cf. 2,2-3; Ex20,8-11): el descanso es una cosa « sagrada », siendo para el hombre la condición para liberarse de la serie, a veces excesivamente absorbente, de los compromisos terrenos y tomar conciencia de que todo es obra de Dios.

El poder prodigioso que Dios da al hombre sobre la creación correría el peligro de hacerle olvidar que Dios es el Creador, del cual depende todo. En nuestra época es mucho más urgente este reconocimiento, pues la ciencia y la técnica han extendido increíblemente el poder que el hombre ejerce por medio de su trabajo. (San Juan Pablo II. Carta apostólica Dies Domini, 31 de mayo de 1998, n. 59.63.65.)


Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Evangelio 19 de Enero
Son tiempos en que necesitamos un ancla.
Al conocer día por día que Dios es fiel y al ir poniendo en Él cada vez más una esperanza robusta hace que tengamos un ancla en medio de las incertidumbres de esta vida.
Para la reflexión personal

«no se ama la justicia, si no se ama verla cumplida con relación a los demás. Como tampoco es lícito encerrarse en una religiosidad cómoda, olvidando las necesidades de los otros. El que desea ser justo a los ojos de Dios se esfuerza también en hacer que la justicia se realice de hecho entre los hombres» (San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 52.)

Oración

Señor, nosotros convertimos tus leyes, e incluso las nuestras, en algo inflexible y absoluto, encarcelándonos a nosotros mismos y a los demás. En tu gratuidad has querido unirte a nosotros de una manera singular en la Eucaristía. Ahí nos recuerdas que lo que cuenta es cómo vivimos para ti y para los hermanos y cómo nos hacemos partícipes los unos a los otros de nuestra propia persona. Espíritu Santo, cólmanos con la mentalidad de Jesús, para que nos hagamos presentes los unos a los otros con un amor liberador. Ya que tú nos has liberado de toda esclavitud. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *