Reflexión Evangelio 3 de noviembre | San Martin de Porres, religioso – Memoria

EL «FRACASO» DE DIOS
Reflexión Evangelio 3 de noviembre


San Martin de Porres, religioso – Memoria
Reflexión Evangelio martes 3 de noviembre de 2020
Trigésima primera semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

San Gregorio Magno, en su exposición de este texto, trató de ir más a fondo y se preguntó: «¿Cómo es posible que un hombre diga «no» a lo más grande que hay, que no tenga tiempo para lo más importante; que limite a sí mismo toda su existencia?». Y responde: en realidad, nunca han hecho la experiencia de Dios; nunca han llegado a «gustar» a Dios; nunca han experimentado cuán delicioso es ser «tocados» por Dios. Les falta este «contacto» y, por tanto, el «gusto de Dios».

Y nosotros sólo vamos al banquete si, por decirlo así, lo gustamos. San Gregorio cita el salmo del que está tomada la antífona de comunión de la liturgia de hoy: «Gustad y ved»; gustad y entonces veréis y seréis iluminados. Nuestra tarea consiste en ayudar a las personas a gustar, a sentir de nuevo el gusto de Dios.

Aprended a pensar como pensaba Cristo; aprended a pensar como él. Este pensar no es sólo una actividad del entendimiento, sino también del corazón. Aprendemos los sentimientos de Jesucristo cuando aprendemos a pensar como él y, por tanto, cuando aprendemos a pensar también en su fracaso, en su experiencia de fracaso, y en el hecho de que incrementó su amor en el fracaso.

Eso dará alma a nuestra actividad, pues también nosotros corremos el peligro de trabajar mucho, en el campo eclesiástico, haciéndolo todo por Dios, pero totalmente absorbidos por la actividad, sin encontrar a Dios. Los compromisos ocupan el lugar de la fe, pero están vacíos en su interior.

Por eso, creo que debemos esforzarnos sobre todo por escuchar al Señor, en la oración, con una participación íntima en los sacramentos, aprendiendo los sentimientos de Dios en el rostro y en los sufrimientos de los hombres, para que así se nos contagie su alegría, su celo, su amor, y para mirar al mundo como él y desde él. (Papa Emérito Benedicto XVI, en la Misa con los Obispos Suizos, 7 de noviembre 2006).


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor, R/.

EVANGELIO

San Lucas 14, 15-24
Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: «Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios».

Entonces Jesús le dijo: «Un hombre preparó un gran banquete y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. Uno le dijo: ‘Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes’. Otro le dijo: ‘Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes’. Y otro más le dijo: ‘Acabo de casarme y por eso no puedo ir’.

Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el señor se enojó y le dijo al criado: ‘Sal corriendo a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos’.

Cuando regresó el criado, le dijo: ‘Señor, hice lo que me ordenaste, y todavía hay lugar’. Entonces el amo respondió: ‘Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete’ «. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, OP.
Cómo sanar una sociedad herida por el racismo
MEMORIA DE SAN MARTÍN DE PORRES, RELIGIOSO
San Martín siguiendo los pasos de Jesús conoció la discriminación y al igual que Él mostró cómo se supera: con reconciliación, alegría, serenidad, servicio y paz.
Para la reflexión personal
  • Cristo es el modelo para la gente, el paradigma de lo que una persona debe llegar a ser. ¿Somos nosotros como esa imagen? 
  • ¿tenemos el corazón abierto a todos? ¿A quién invito yo?
Oración

Señor, Dios todopoderoso, con frecuencia queremos ser nuestros propios dioses; queremos decidir por nosotros mismos lo que queremos ser y lo que es justo o equivocado. Gracias, Padre, por enviarnos a tu Hijo, que, siendo Dios, quiso hacerse un ser humano, para servir a la gente, para sufrir por la gente, para librar a la gente de su soberbia y autosuficiencia. Ayúdanos a que sea Él nuestro único modelo de vida. Amén.

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