Reflexión Jueves 8 de julio | 14a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar
LA ÚNICA CARGA
Reflexión Jueves 8 de julio
Reflexión Jueves 8 de julio de 2021
14a. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Mc 1. 15)
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse y crean en el Evangelio. R/.
EVANGELIO
Mateo 10, 7-15
Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: «Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.
No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento. Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan.
Al entrar, saluden así: «Que haya paz en esta casa». Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Las primeras consignas que Jesús da a los apóstoles se resumen en dos actitudes: mostrarse conformes con los designios de Dios y estar siempre disponibles. El apóstol obrará en conformidad con Aquel a quien representa; como El, anunciará la llegada del Reino en la historia de los hombres; lo hará tanto por medio de la predicación como por los gestos de poder que acompañarán a esta predicación. El apóstol deberá mostrarse también disponible. El apostolado no es un derecho, sino un don que se recibe gratuitamente.
Si hubiéramos programado algún cursillo de formación habríamos redactado un resumen de lo que había que recordar y habríamos planificado la estrategia a seguir: en el momento de la partida hubiéramos corrido tras los que se disponían a viajar como madres solícitas, para advertirles: «¿No has olvidado nada? Ten cuidado, te he puesto un paquete de dulces por si…»
¡Nada de eso! Jesús dijo a sus amigos que se fueran sin llevarse nada. ¡Ni pan, ni bolso de viaje, ni dinero en el bolsillo! Ni una indicación, ni el menor consejo. Nada, salvo un bastón para que sirviera de apoyo a la debilidad del cuerpo y unas sandalias fuertes para que soportasen muchas horas de marcha. Jesús les dijo, únicamente, que aceptasen la hospitalidad. En suma, les hizo dependientes de aquellos a los que tenían que evangelizar. ¡La pobreza absoluta!
La única carga
Tenían que partir sin ninguna otra cosa que la Palabra, el Mensaje, la Buena Noticia, el Aliento del Espíritu Santo que hace avanzar al mensajero. Lo importante no es que el discurso sea hábil, que la estrategia o la pedagogía sean las adecuadas, sino más bien el ardor del Espíritu, la Vida que va al encuentro de la vida. El mensajero lleva la única carga de la Palabra que porta y la que va a engendrar.
Incansablemente, hablarán del Maestro sin comprender bien ni siquiera ellos mismos lo que dicen, divididos entre la incredulidad y la fe. «¡Hay entre vosotros uno al que ni siquiera conocéis, al que no conocemos! » Cuanto más hablaban del Señor, mejor comprendían que con El se inauguraba un tiempo nuevo: «¡Creed en la Buena Noticia: el Reino de Dios está ahí!».
Hermanos míos, la fe es así… Empieza a tomar cuerpo con el testimonio y el reparto. La fe se despierta en el momento en que, sin ningún soporte previo ni el menor socorro exterior, acepta el riesgo de una palabra, de una vida. La fe no es una impedimenta bien atada que se transmite sin más; se inventa, se hace profunda, se consolida compartiendo.
Se trata simplemente de creer en el Señor emprendiendo la ruta con El. Jesús envió a los discípulos a la misión. ¡Bienaventurada la Iglesia que sólo cuenta con la ruta para afirmar su fe! (Bastin-Pinckers-Teheux, Dios cada día. Sal Terrae (1990), pp. 93-94)
Reflexión Jueves 8 de julio de 2021
Para la reflexión personal
Nosotros somos corredentores con Cristo, y hemos de preguntarnos si llevamos a nuestros familiares y amigos el don más preciado que tenemos: la fe en Cristo; y junto a este bien incomparable, nos sentimos movidos, charitas enim Christi urget nos (Cfr. 2 Cor 5, 14), nos urge la caridad de Cristo, a promover a nuestro alrededor un mundo más justo y mas humano. Tomado de Hablar con Dios
Oración
Señor Dios nuestro: Tú nos envías a todos en misión; la misión formidable de dar a conocer tu reino por la forma cómo vivimos el evangelio de Jesucristo tu Hijo. Te rogamos que nos des un profundo sentido de misión y no permitas que los afanes de cada día o el peso pegajoso de nuestras posesiones nos alejen de dar testimonio de que tú eres nuestro Dios y de que Jesús es el Señor. Amén.
Sigue nuestro Curso de Apologética II
Tema #2: Presentación De Cristo A La Comunidad – Curso de Apologética II