Reflexión Lunes 14 de junio | 11a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar
CÓMO SE CUSTODIA EL CORAZÓN
Reflexión Lunes 14 de junio
Reflexión Lunes 14 de junio
11a. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Sal 118, 105)
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz en mi sendero. R/.
EVANGELIO
Mateo 5, 38-42
Yo les digo que no hagan resistencia al hombre malvado.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Hay un momento favorable para acoger el don gratuito de la gracia de Dios, y ese momento es ahora: «ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación» (Cfr. 2Cor 6,2). El cristiano debe ser consciente y tener el corazón preparado para recibir ese don, el corazón limpio del ruido mundano, del ruido del diablo.
En la primera lectura de la Misa, San Pablo nos exhorta «a no recibir en vano la gracia de Dios» (Cfr. 2Cor 6,1), que se da —afirma el Apóstol— ahora (Cfr. 2Cor 6,2). Eso significa que en todo tiempo el Señor nos dará su gracia, que es un don gratuito. Acojámoslo prestando atención al resto que dice San Pablo: «A nadie damos motivo alguno de escándalo» (Cfr. 2Cor 6,3). Es el escándalo del cristiano que se llama cristiano, que acude a la iglesia y va los domingos a Misa, pero no vive como cristiano, sino como mundano o como pagano.
Y si una persona es así, ¡escandaliza! Cuántas veces habremos oído: Mira ese o esa: todos los domingos a Misa y luego hace eso y aquello… La gente se escandaliza. Es lo que dice San Pablo: «No recibáis en vano». ¿Y cómo hemos de acoger? Lo primero es el tiempo favorable (Cfr. 2Cor 6,2), dice. Hay que estar atentos para entender el tiempo de Dios, cuando Dios pasa por nuestro corazón.
Proteger el Corazón
Y esa atención el cristiano la alcanza si se pone en condición de proteger su corazón, alejándolo de todo ruido que no venga del Señor, alejando las cosas que nos quiten la paz. Un corazón libre de pasiones, de las que Jesús sintetiza en el Evangelio con el «ojo por ojo» (Cfr. Mt 5,38) dándole la vuelta con el «ofrécele la otra mejilla» (Cfr. Mt 5,39); con las dos millas recorridas juntos a quien te fuerce a hacer una (Cfr. Mt 5,41).
Estar libre de pasiones y tener un corazón humilde, un corazón manso. El corazón debe protegerse con la humildad, con la mansedumbre, pero nunca con las luchas, con las guerras. ¡No! Ese es el ruido: ruido mundano, ruido pagano o ruido del diablo. ¡El corazón en paz! A nadie damos motivo alguno de escándalo, para que no sea desacreditado nuestro ministerio (2Cor 6,2) dice Pablo, y habla también del ministerio del testimonio cristiano, para que no sea criticado.
¿Y cómo lo hago?
Proteger el corazón para ser siempre de Dios o, como señala San Pablo, «en tribulaciones, necesidades y angustias; en azotes, prisiones y tumultos; en fatigas, desvelos y ayunos» (Cfr. 2Cor 6,4-5). Pero todas esas son cosas feas, ¿y tengo que proteger mi corazón para acoger la gratuidad y el don de Dios? ¡Sí! ¿Y cómo lo hago? Continúa San Pablo: «con pureza, con ciencia, con longanimidad, con bondad… con caridad sincera» (Cfr. 2Cor 6,6). La humildad, la benevolencia, la paciencia, que solo mira a Dios, y tiene el corazón abierto al Señor que pasa. (S.S. Papa Francisco, Misa matutina en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae. Lunes 15 de junio de 2015)
Reflexión Lunes 14 de junio
Para la reflexión personal
Por eso, el cristiano, lejos de renunciar a las obras de la vida terrena –al trabajo, a la familia…–, las desarrolla y las perfecciona, coordinándolas con la vida sobrenatural, hasta el punto de ennoblecer la misma vida natural. (Cfr. Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 40.) Tomado de Hablar con Dios
Oración
Señor, has revelado a nuestros ojos que todo momento es favorable para la maduración de tu gracia; has accedido a nuestra confianza haciéndote presente en los tiempos de la alegría y de la buena fama y, también, en los tiempos de necesidad y de angustia. Me han insistido para que perdiera parte de mi tiempo con ellos, pero yo, presuroso e irritado, me he negado. Enséñanos palabras y comportamientos que nunca sean motivo de escándalo ni representen un obstáculo a la eficacia de las bienaventuranzas evangélicas. Enséñanos a ser y a dar siempre «mucho» en tu nombre. Amén.
Por si no los has visto
Tema #1: Introducción Al Libro De Apocalipsis – Curso de Apologética II
Undécimo Domingo Tiempo Ordinario, Reflexión Evangelio 13 de junio, Ciclo B