Reflexión lunes 15 de noviembre | San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia – Memoria
PEDIR A DIOS CON CONFIANZA
Reflexión lunes 15 de noviembre
Reflexión lunes 15 de noviembre de 2021
San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 8, 12)
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Lucas 18, 35-43
¿Qué quieres que haga por ti? – Señor, que vea.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él le contestó: «Señor, que vea». Jesús le dijo: «Recobra la vista; tu fe te ha curado». Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
Deseo de corazón que en vuestras casas brille siempre la llama de la bondad y de la fe cristiana.
Quiero ahora dejaros también un pensamiento que os sirva de recuerdo y de orientación. Lo que más impresiona hoy en la sociedad moderna en la que vivimos, es quizá la pérdida en muchos del verdadero sentido de la vida. En un amplio sector de la sociedad actual se ha oscurecido o, a veces, se ha perdido el significado trascendente de la existencia. Y, al no conocer por qué y para quién se vive, es fácil ser arrastrados por el ímpetu de las pasiones, por el egoísmo, la crueldad, la anarquía de los sentidos, la destrucción producida por la droga, la desesperación.
Debemos dirigir la mirada a Cristo
Sólo El «es la luz que luce en las tinieblas; El es la luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Jn 1, 5. 9). Jesús es el Verbo encarnado; el Revelador y el Redentor, que anuncia con palabra absoluta y definitiva, porque es divina, el sentido auténtico de la vida, don precioso dado por Dios, que es el amor misterioso y misericordioso, don que debemos aceptar y hacer fructificar, en función y en la perspectiva de la felicidad eterna. «Yo soy la luz del mundo —dijo Jesús—; el que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá luz de vida» (Jn 8, 12).
De esta luz fundamental y esencial tienen viva necesidad los hombres, siempre, pero especialmente hoy. Como el ciego de Jericó, al que recuerda el Evangelio, el hombre moderno debe dirigirse a Jesús con total confianza: «¿Qué quieres que te haga?», le preguntó el Maestro divino; el ciego respondió: «Señor, que vea». Y Jesús lo curó diciéndole: «Recobra la vista. Tu fe te ha salvado» (cf. Lc 18, 35-43).
Sólo Cristo puede iluminarnos plenamente sobre el problema de la vida y de la historia: estad siempre convencidos de ello y dad testimonio con coherencia y valentía de vuestra fe. (San Juan Pablo II. Discurso (extracto). Domingo 22 de noviembre de 1981)
Pedir a Dios con confianza
Os invito ahora a cada uno personalmente, a que dirijáis una confiada y sincera petición a Dios, como aquel ciego de Jericó que dijo a Jesús: “Señor que vea” (Lc 18, 41). ¡Que vea yo, Señor, cuál es tu voluntad para mí en cada momento, y sobre todo que vea en qué consiste ese designio de amor para toda mi vida, que es mi vocación. Y dame generosidad para decirte que sí y serte fiel, en el camino que quieras indicarme: como sacerdote, como religioso o religiosa, o como laico que sea sal y luz en mi trabajo, en mi familia, en todo el mundo.
Poned esta petición en manos de Santa María, nuestra Madre. Como atestiguáis en vuestras peregrinaciones a su santuario de Luján y a tantos otros santuarios de la Argentina, Ella es la que os guía y conforta en esa peregrinación mediante la fe a la que el Amor de Dios os ha destinado. (San Juan Pablo II. Discurso (extracto). Sábado 11 de abril de 1987)
Reflexión lunes 15 de noviembre de 2021
Para la reflexión personal
«Cuando se está a oscuras, cegada e inquieta el alma, hemos de acudir, como Bartimeo, a la Luz. Repite, grita, insiste con más fuerza, “Domine, ut videam!” —¡Señor, que vea!… Y se hará el día para tus ojos, y podrás gozar con la luminaria que Él te concederá» San Josemaría Escrivá, Surco, n. 862.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.
Oración
Señor, dame la fe para saber que Tú siempre estás conmigo. Necesito la habilidad de ver todo desde tu punto de vista. Señor, que vea de nuevo, porque estoy ciego al amor que me muestras en la gente que me rodea; tu bondad y belleza que me revelas en tu creación y en los acontecimientos de la vida. Permíteme adorarte y glorificarte por tu constante compañía y por nunca dejarme solo en mis problemas y tristezas. Aumenta mi fe para ser capaz de experimentar tu amor en las dificultades y pruebas. Que nosotros también oigamos de los labios de tu Hijo: “Tu fe te ha salvado. Amén.
Hoy Celebramos a:
San Alberto Magno
Obispo dominico, doctor de la Iglesia, patrono de los científicos Lauingen (Alemania), 1193/1206 – Colonia, 15-noviembre-1280. Fue obispo de Ratisbona con el fin de organizar y pacificar aquella iglesia. Después renunció al episcopado y regresó a su convento para servir en el estudio, la docencia, la escritura y la predicación. Fue un impenitente buscador de la verdad y maestro de Santo Tomás de Aquino.
Evangelio XXXIII Domingo:
ESPERANZA EN UN MUNDO NUEVO
Por si no lo has visto
Tema #4:
Mensajes A La Iglesia Sobre El Misterio De Dios
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