Reflexión martes 21 de septiembre | San Mateo, Apóstol y Evangelista – Fiesta
¿CÓMO ERA ESTA MIRADA DE JESÚS?
Reflexión martes 21 de septiembre
Reflexión martes 21 de septiembre de 2021
San Mateo, Apóstol y Evangelista
Fiesta
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.
EVANGELIO
Mateo 9, 9-13
Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos:
«¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús los oyó y les dijo:
«No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión
«Una mirada que te lleva a crecer, a ir adelante; que te alienta porque te hace sentir que Él te quiere»; que da el valor necesario para seguirle. […] la fiesta litúrgica de san Mateo de hace sesenta años —era el 21 de septiembre de 1953— él remonta su propia elección de vida. Tal vez también por esto, comentando el relato de la conversión del evangelista (Mateo 9, 9-13), el Pontífice subrayó el poder de las miradas de Cristo, capaces de cambiar para siempre la vida de aquellos sobre quienes se posan.
Precisamente como ocurrió para el recaudador de impuestos que se convirtió en su discípulo: «Para mí es un poco difícil entender cómo Mateo pudo oír la voz de Jesús», que en medio de muchísima gente dice «sígueme». Es más, el Obispo de Roma no está seguro de que el llamado haya oído la voz del Nazareno, pero tiene la certeza de que «sintió en su corazón la mirada de Jesús que le contemplaba. Y aquella mirada es también un rostro» que «le cambió la vida. Nosotros decimos: le convirtió».
Después hay otra acción descrita en la escena: «En cuanto sintió en su corazón aquella mirada, él se levantó y le siguió». Por esto el Papa hizo notar que «la mirada de Jesús nos levanta siempre; nos eleva», nos alza; nunca nos «deja ahí» donde estábamos antes de encontrarle. Ni tampoco quita algo: «Nunca te abaja, nunca te humilla, te invita a alzarte», y haciendo oír su amor da el valor necesario para poderle seguir.
¿Cómo era esta mirada de Jesús?
He aquí entonces el interrogante del Papa: «Pero ¿cómo era esta mirada de Jesús?». La respuesta es que «no era una mirada mágica», porque Cristo «no era un especialista en hipnosis», sino algo muy distinto. Basta pensar en «cómo miraba a los enfermos y les curaba» o en «cómo miraba a la multitud que le conmovía, porque la sentía como ovejas sin pastor». Y sobre todo, según el Santo Padre, para tener una respuesta al interrogante inicial es necesario reflexionar no sólo en «cómo miraba Jesús», sino también en «cómo se sentían mirados» los destinatarios de aquellas miradas. Porque —explicó— «Jesús miraba a cada uno» y «cada uno se sentía mirado por Él», como si llamara a cada uno por su propio nombre.
La mirada eterna de Cristo.
Por esto la mirada de Cristo «cambia la vida». A todos y en toda situación. También —añadió el Papa Francisco— en los momentos de dificultad y de desconfianza. Como cuando pregunta a sus discípulos: ¿también vosotros queréis iros? Lo hace mirándoles «a los ojos y ellos han recibido el aliento para decir: no, vamos contigo»
[…] Por esto vayamos «adelante en la vida, en la certeza de que Él nos mira y nos espera para mirarnos definitivamente. Y esa última mirada de Jesús sobre nuestra vida será para siempre, será eterna». Para hacerlo se puede pedir ayuda en la oración a todos «los santos que fueron mirados por Jesús», a fin de que «nos preparen para dejarnos mirar en la vida y nos preparen también para esa última mirada de Jesús». (S.S. Papa Francisco. Homilía en Santa Marta. Sábado 21 de septiembre de 2013.)
Reflexión martes 21 de septiembre de 2021
Para la reflexión Personal
«Ser santo no es fácil, pero tampoco es difícil. Ser santo es ser buen cristiano: parecerse a Cristo. El que más se parece a Cristo, ese es más cristiano, más de Cristo, más santo. «Y ¿Qué medios tenemos? Los mismos que los primeros fieles, que vieron a Jesús, o lo entrevieron a través de los relatos de los Apóstoles o de los Evangelistas» San Josemaría Escrivá, Forja, n. 10. Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.
Oración
Señor Dios misericordioso: Tú nos muestras hoy en tu apóstol y evangelista Mateo cómo avergüenzas a los petulantes e hipócritas y cómo llamas a los pecadores a la tarea de llevar al mundo la Buena Noticia de tu Hijo. Asistenos para poder reconocer, en nuestra historia personal, la llamada a la vida que nos dirige tu Hijo Jesucristo. A responderle afirmativamente con prontitud y generosidad, en medio de las grandes y pequeñas ocaciones de nuestro diario vivir. Concédenos, que el mundo, frente al testimonio de unidad de nosotros los cristianos y la Iglesia, pueda convertirse y creer en tu amor Misericordioso. Perdona nuestra soberbia, y danos la certeza de que podemos contar contigo y con tu amor porque, somos débiles y pecadores. Amén.
Hoy celebramos la Fiesta de:
San Mateo, Apóstol y Evangelista
Según el evangelio, es uno de los doce apóstoles de Jesús y, según la tradición, el autor del evangelio según San Mateo. En ese evangelio es llamado el «publicano» y descrito como quien cobraba los impuestos antes de la llamada de Jesús
Sigue nuestro Curso de Apologética II
Tema #4: Mensajes A La Iglesia Sobre El Misterio De Dios
Por si no lo has visto
Tema #3: Cristo Dirige Su Palabra A La Iglesia