Segundo Viernes de Adviento | Reflexión Evangelio 10 de diciembre – Ciclo A, B y C

EL GUSTO ESPIRITUAL DE SER PUEBLO
Segundo Viernes de Adviento

Segundo Viernes de Adviento
Reflexión Evangelio 10 de diciembre de 2021
Ciclo A, B y C

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Ya viene el Señor, salgamos a su encuentro; él es el príncipe de la paz. R/.

EVANGELIO

Mateo 11, 16-19
No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¿Con qué podré comparar a esta gente? Es semejante a los niños que se sientan en las plazas y se vuelven a sus compañeros para gritarles: ‘Tocamos la flauta y no han bailado; cantamos canciones tristes y no han llorado’.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: ‘Tiene un demonio’. Viene el Hijo del hombre, y dicen: ‘Ése es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y gente de mal vivir’. Pero la sabiduría de Dios se justifica a sí misma por sus obras». 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

268. La Palabra de Dios también nos invita a reconocer que somos pueblo: «Vosotros, que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios» (1 Pe 2,10). Para ser evangelizadores de alma también hace falta desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de descubrir que eso es fuente de un gozo superior.

La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene, pero allí mismo, si no somos ciegos, empezamos a percibir que esa mirada de Jesús se amplía y se dirige llena de cariño y de ardor hacia todo su pueblo.

Así redescubrimos que Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado. Nos toma de en medio del pueblo y nos envía al pueblo, de tal modo que nuestra identidad no se entiende sin esta pertenencia.

Jesús cercano a su pueblo

269. Jesús mismo es el modelo de esta opción evangelizadora que nos introduce en el corazón del pueblo. ¡Qué bien nos hace mirarlo cercano a todos! Si hablaba con alguien, miraba sus ojos con una profunda atención amorosa: «Jesús lo miró con cariño» (Mc 10,21).

Lo vemos accesible cuando se acerca al ciego del camino (cf. Mc 10,46-52) y cuando come y bebe con los pecadores (cf. Mc 2,16), sin importarle que lo traten de comilón y borracho (cf. Mt 11,19). Lo vemos disponible cuando deja que una mujer prostituta unja sus pies (cf. Lc 7,36-50) o cuando recibe de noche a Nicodemo (cf. Jn 3,1-15). La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de ese estilo que marcó toda su existencia.

Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que están alegres, lloramos con los que lloran y nos comprometemos en la construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad.

Vivir la experiecia de ser pueblo.

270. A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura.

Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un pueblo. (S.S. Papa Francisco, Evangelii Gaudium, nn. 268-270)

Reflexión Segundo Viernes de Adviento

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Segundo Viernes de Adviento
Dos maneras de rechazar a Dios.
¿Has rechazado a Dios porque te parece muy duro o lo has trivializado porque se predica cualquier cosa sobre su misericordia? Porque Él es justo no es justo seguir pecando y porque es misericordioso su misericordia es capaz de perdón y transformación para mi vida.
Para la reflexión personal

Si en algún momento notáramos que nuestra vida íntima se aleja de Dios, hemos de saber que, si ponemos los medios, todas las enfermedades del alma tienen curación. Las enfermedades del amor, también. Siempre se puede volver a descubrir aquel tesoro escondido, Cristo, que una vez dio sentido a la vida.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Señor Dios nuestro, con demasiada frecuencia nos hacemos sordos a tu voz y a la presencia de tu Hijo en medio de nosotros, su pueblo. Inspíranos por tus profetas y tu Espíritu para comprender que justamente ahora es el momento de cambiar y de comprometernos al estilo de vida y a la justicia exigidas por el reino. Ayúdanos a hacer ver y comprender a la gente que tu Hijo vive en medio de nosotros. Amén.


Evangelio de ayer
LOS PEQUEÑOS SABEN ESPERAR

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